En 2015 las cárceles españolas contaban con un total de 61.614 reclusos registrados, de los que un 29% eran extranjeros. Si se divide el presupuesto destinado a instituciones penitenciarias, 1.124,663 millones de euros, entre el número de presos existente, sale que cada interno le cuesta a España unos 58 euros al día y aproximadamente 21.298,82 euros al año, según pone de relieve un artículo de Triana Oceta y Amparo Castelló en Vozpopuli.

(Foto: Flickr/Thomas Hawk)

La partida de los Presupuestos Generales del Estado destinada a Instituciones Penitenciarias en 2015 contemplaba 812.609,37 euros para gastos de personal y 235.744,91 euros en gastos corrientes en bienes y servicios. En total, 1.124,663 millones de euros. Cataluña es un caso a parte ya que dispone de sus propios presupuestos, independientes del resto de comunidades.

El dinero se destina a mantenimiento de infraestructuras, equipos y servicios, tnato en cárceles como en Centros de Inserción Social, así como a mejoras de seguridad, atención sanitaria y ejecucióna de las penas de trabajo. Si se divide la cantidad total por el número de presos de ese 2015, que sumó 61.614, el coste de cada uno de ellos para el estado queda en algo más de 21.000 euros.

Aunque se trata de una cantidad variable, ya que la población reclusa cambia cada año. De hecho en 2009, en España había 73.929 reclusos y la cantidad ha ido descendiendo paulatinamente en los años siguientes hasta provocar que algunas cárceles construidas para atender ese volumen de presos estén en desuso. Incluso alguna, como la de Archidona en Málaga, se mantiene vacía.

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