Alejandro Vieyra apunta en radiocable.com que en Argentina y en general en Latinoamérica se ha visto el viaje de Felipe González a Venezuela como una «pantomima» para el espectáculo y una «injerencia». El corresponsal de Canal 13TV y Todo Noticias TV (ambas del Grupo Clarín) también considera que la iniciativa tiene un mensaje en clave de política interna española, pero considera que puede dañar aún más las relaciones de España con Venezuela y también con países como Argentina o Bolivia.

Alejandro Vieyra asegura que «los que no siguen la política española han visto con sorpresa el viaje de Felipe González a Venezuela para defender a los dos presos políticos. Pero a los que sí siguen la política española no les ha sorprendido tanto, porque Felipe González desde hace tiempo se ha sumado a una reacción bastante brutal contra Venezuela. Y el hecho de ir allí, mostrarse y volverse a las 48 horas, pareció más un excesivo protagonismo propio que realmente colaborar con las relaciones históricas entre Venezuela y España.»

Y añade además otro aspecto conflictivo del viaje: «El volverse en un avión oficial colombiano coloca una astilla entre Venezuela y Colombia ya con unas malas relaciones desde hace tiempo. Desde el continente latinaomericano, el viaje se ha visto realmente como una injerencia. No parece de recibo  culpabilizar a Venezuela de todos los males para llevarlo a la política nacional, sobre todo tras los cambios de las últimas elecciones del 24M.»

En cuanto a si la iniciativa del ex presidente puede afectar a la relación de España con Venezuela y con el continente en general, el corresponsal sostiene: «Sin duda. Porque Felipe González se pone como ejemplo cuando todos sabemos la profunda crisis que está pasando España y no se le ve medir los problemas de aquí con la misma vara. Muchos han dicho que les hubiera gustado ver a González aquí en los desahucios, en los recortes sociales, pero va a Venezuela y no se sabe a quién representa. Él sabía que no podía ejercer como abogado. Pareció más una pantomima que ir a defender a presos políticos.»

Alejandro Vieyra también afirma: «Felipe es un ex-presidente. No es un don nadie. Y que vaya a Venezuela no es coherente en su figura. No participó en los juicios de jurisdicción internacional que se hicieron en España contra las dictaduras latinoamericanas. Miró para otro lado. Sin embargo ahora, guste o o guste la política de Venezuela, es una democracia. Entonces que un ex presidente vaya 48 horas a un país sabiendo que no va a poder ejercer da más para el espectáculo que para una posición política coherente. Ya demás se suma a una corriente reaccionaria que no suma y sigue lastimando las relaciones entre España y Venezuela. Y también entre España y Argentina, Bolivia… es una astilla más que se está poniendo. Pero creo que no es inocente.»

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