“Con la detención de Pinochet, la impunidad internacional quedó en entredicho”

El dictador chileno, Augusto Pinochet, falleció un 10 de diciembre de 2006, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos a los 91 años. Cuando se cumplen 19 años de su desaparición, Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica resalta y recuerda, en el programa La cafetera de Radiocable.com, la importancia que tuvo el proceso que impulsaron abogados como Joan Garcés desde España y que provocó la detención de Pinochet en Londres en 1998: «Fue un hito para la justicia universal» asegura. Añade que la detención del dictador chileno tuvo «utilidad social y política» y además de para empoderar a sus víctimas, sirvió para que la impunidad internacional quedara «en entredicho».

Emilio Silva subraya que en sus últimos años de vida, Augusto Pinochet quedó señalado por la justicia gracias a la iniciativa de un grupo de abogados que le impidió viajar con comodidad ante el riesgo de ser detenido, como lo fue en Londres en 1998. Y pone de relieve que esto se produjo gracias a un abogado, Joan Garcés, que fue fundamental en la historia de la justicia universal: «Él fue quien recibió la información de que Pinochet se estaba operando en Londres de una hernia y junto con Carlos Castresana llevaron a la Audiencia Nacional un escrito y a partir de ahí el juez Garzón detuvo a Pinochet, que estuvo allí retenido unos meses. Y se abrió un debate internacional muy importante, a través de la justicia universal, para ver dónde estaban los límites de esa justicia cuando se detenía a un dictador».

Recuerda que Pinochet tuvo estrechos vínculos con el franquismo «no sólo políticos, también económicos y a nivel familiar. Fue una de las personas que viajó a Madrid para el entierro de Franco». El presidente de la ARMH recomienda tres documentales para entender quién fue Augusto Pinochet: «La batalla de Chile» «Nostalgia de la luz» y «El botón de nácar» que cuentan todo lo que aplastó el dictador, el drama de los desaparecidos y la memoria de las víctimas. Y subraya: «Conviene  recordar a este tipo de personajes, conviene recordar que la justicia universal pudo tener ese hito, ¿no?, que quizá eso haya limitado el movimiento de algunos líderes genocidas que a partir de entonces y con ese ejemplo vieron que podía ocurrirles algo similar.»

Silva también enfatiza: «En un mundo de impunidad, Pinochet por lo menos se llevó esa detención domiciliaria de unos meses que empoderó bastante a sus víctimas. Tuvo una utilidad social y política para que la sociedad chilena se empoderara  frente a los crímenes de su dictadura. Y de alguna manera la impunidad internacional quedó en entredicho».

[Intervención completa de Emilio Silva]

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