En el año 2004, un año después de la invasión de Iraq, un joven cineasta de Bagdad, Muthana Mohmed, apareció en la MTV contando su sueño de llegar a Hollywood. El actor y director estadounidense Liev Schreiber lo vió y se le ocurrió rescatarlo y llevarselo a la Republica Checa para que participara en la película que estaba rodando «Everything is illuminated». Fue un gesto idealista propio de Hollywood… aunque la historia resultó mucho más complicada de lo que ambos pensaron. 

Ahora un documental, Operation filmmaker, cuenta lo sucedido y algunos ven una metáfora en esta pequeña aventura bienintencionada pero que se complica por las diferencias culturales, de ambiente, de expectativas y de comunicación, con la que emprendió EEUU a gran escala en Irak y las tensiones que ahora existen.

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Muthana Mohmed pensó que iba a dirigir el film y aprender el oficio, pero su papel durante el rodaje fue poco activo: servía cafés, preparaba aperitivos vegetarianos, etc y empezó a sentirse frustrado. Tampoco consiguió hacer contactos y no quiso volver a Irak al acabar el film.

Lo que había empezado como una bonita y solidaria historia se fue complicando hasta terminar convirtiéndose para sus benefactores en un problema del que no sabían cómo librarse. Incluyendo a Nina Davenport, la directora del documental, que confiesa que siempre deseó un final feliz para su historia, pero al final solo quería una salida.

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Hubo problemas cuando el equipo de producción descubrió que Mohmed era favorable a la guerra y consideraba a Bush como un heroe, cuando inventó excusas para no volver a su país, cuando intentó adaptarse, pero no pudo… Terminó convertido en una figura tragicómica totalmente dependiente tanto a nivel psicológico como económico. La propia Nina Davenport ha colgado en Youtube mas escenas de su documental. (fuente: Algarabia)

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