El semanario británico analiza en su sección Schumpeter los temores del sector bancario español ante la entrada en funcionamiento del Sareb y su posible efecto en los precios si empieza a vender pronto sus activos. The Economist sostiene que el banco malo «es una buena idea», pero añade: «para ser eficaz, debe ser paciente».

Ministerio de Economía

The Economist explica: «Al asegurarse de que los bancos no están expuestos a mayores pérdidas por sus activos toxicos, el Sareb debería permitir que el sector se recupere más rápidamente. Esa es la teoría, al menos. En la práctica, los bancos todavía tienen mucho en el plato con los activos que todavía mantienen. Y aunque Sareb tiene una vida útil de 15 años en los que vender los activos, se teme que empiece a venderlos en cuanto esté hecha la evaluación completa de su cartera. Los bancos temen que eso provocaría un descenso de los precios de los créditos inmobiliarios que todavía tienen en sus balances.»

Añaden: «En el banco malo insisten en que no se descargarán de activos rápidamente. Argumentan que la mayor parte de los activos del Sareb no son propiedades reales, sino préstamos. Pero los préstamos pueden ser apuntados. El 19 de febrero Reyal Urbis, un promotor inmobiliario, se declaró en quiebra después de no poder renegociar su deuda de 3.600 millones, la segunda mayor quiebra en la historia de España. Uno de sus acreedores era Sareb. El banco malo también tiene obligaciones financieras a cumplir durante sus 15 años de existencia: el 26 de febrero emitió deuda por valor de 14.000 millones para financiar las compras que está haciendo.»

El artículo concluye: «No nos equivoquemos: el banco malo es una buena idea. El sistema bancario de España necesita dejar atrás las preocupaciones sobre solvencia si quiere calmar las preocupaciones sobre su carga de deuda y si los prestamistas van a empezar a extender el crédito, en particular para las pequeñas y medianas empresas. Pero, para ser eficaz, Sareb también debe ser paciente.»

[Leer el artículo completo en The Economist]

The Economist es un semanario británico que se publica desde 1843 y considerado un referente en el  análisis de las relaciones internacionales y la economía. Su opinión influye en la imagen exterior de los países, en los inversores internacionales y marca la agenda de otros medios de comunicación. Pertenece  en un 50% al grupo Pearson -que también edita el Financial Times- mientras que el resto está en manos de accionistas independientes -incluyendo a miembros del staff- y la familia Rothschild. Su linea editorial es neoliberal tanto a nivel económico -a favor del libre mercado, la globalización y la libre inmigración- como en temas sociales -han apoyado el matrimonio gay, la legalización de las drogas o el control de armas-. Y politicamente han respaldado tanto a candidatos conservadores como de izquierdas. Sus artículos no van firmados. Su circulación en 2012 ha sido de 1.574.803 ejemplares.   

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