Un estudio de la Universidad de Alicante afirma que las torres de hormigón de entre 10 y 15 plantas que se levantaron en la provincia de Alicante y en otros puntos de la costa mediterránea durante los años 60 no están diseñadas para aguantar un movimiento sísmico ni cuentan con los materiales adecuados. El estudio, del que se hace eco la agencia Sinc, ha sido publicado en la revista Engineering Failure Analysis.

(Foto: Flickr/Sergelaroche)

Investigadores del Grupo de Simulación, Modelización y Ensayo de Estructuras (GRESMES) de la Universidad de Alicante han analizado algunos edificios de la costa de Alicante pero advierten que el problema «es algo generalizado entre los edificios de la costa mediterránea», en palabras del autor principal del estudio, el catedrático Salvador Ivorra Chorro.

En los años 60 ya se conocía la normativa sobre terremotos, pero no se aplicaba en la construcción de los edificios en España, ya que sólo se hizo obligatorio considerar el riesgo sísmico en los diseños en los 70. Muchas torres fueron además levantadas con materiales de peor calidad que los actuales y sin tener en cuenta la acción del viento y el deterioro que causa en el hormigón y el acero debido a su contenido en sal.

Los autores del estudio han construido un modelo de cálculo para analizar los deterioros que se producirían, tanto en el edificio original como en su estado actual, si se produjera un movimiento sísmico. Y el resultado es que en ninguno de los dos casos resistirían un terremoto. Por ello certifican que hay que realizar una importante labor de inspección técnica en las construcciones con el fin de analizar el grado de deterioro, así como la ardua tarea de intervención y refuerzo para garantizar la seguridad estructural de los edificios.

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