Un indicador clave del cambio climático, el hielo marino del Ártico está despareciendo y en este 2020 su extensión mínima anual tras la temporada de deshielo de verano es la segunda más baja registrada desde que empezaron hace 42 años las mediciones. En concreto, el pasado 15 de septiembre, la extensión mínimal anual era de 3,74 millones de kilómetros cuadrados. Únicamente en 2012 se registró un volumen inferior. Los ecologistas han lanzando la alarma por la rapidez de la desaparición del hielo marino y los expertos alertan además de que el registro actual no es definitivo porque un aumento de calor a final de la temporada podría reducir aún más la extensión.

Los registros del hielo marino del Ártico se guardan desde 1979, cuando se iniciaron las observaciones por satélite. La medición de los 3,74 millones de kilómetros cuadrados de hielo de este 2020 es del Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve de EE. UU. (NSIDC) y ha sido confirmada por el Instituto Instituto Alfred Wegener, con cifras de la Universidad de Bremen que la eleva ligeramente hasta los 3,8 millones de kilómetros cuadrados. Pero otras agencias espaciales como UMETSAT Ocean and Sea Ice Satellite Application Facility (OSI SAF) y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) coinciden en que este año se alcanzó la segunda extensión más baja de hielo marino.

La tendencia de disminución de la extensión de hielo es una constante en este siglo y los últimos 14 años, de 2007 a 2020, se han registrado, en los satélites, las 14 extensiones mínimas más bajas en 42 años. Aunque de momento el «récord» de mínimo se produjo en 2012 cuando se midió 3,39 kilómetros cuadrados. En 2020, en comparación hay más hielo en el Mar de Beaufort, pero menos en las regiones de Laptev y el este de Groenlandia.

La preocupación en cualquier caso tras este registro es grande, porque implica que el Ártico es ahora más oceáno que hielo y hace temer que el casquete polar marino pueda casi desaparecer dentro de algunas décadas, haciendo que estacionalmente, el Oceano Ártico pueda estar libre de hielo. Los científicos denuncian además que las temperaturas en la zona están aumentando más del doble de rápido que el promedio mundial, algo que también señalan desde Greenpeace. llamando a la acción para proteger esta región de vital importancia para el planeta. En este 2020 se han llegado a medir 38ºC en Siberia, la mayor temperatura registrada nunca en el Círculo Polar Ártico, y ha habido además incendios y vertidos causados por el deshielo.

(Foto: Flickr/Christophermichel)

 

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