La reina Rania de JordaniaRania de Jordania es un personaje que vive a caballo entre la prensa del corazón y la Historia. Pero tiene mucho tirón mediático… y confianza en sí misma. Ha pronunciado un discurso en California a favor de la multiculturalidad, pero no ha sido todo lo convencional que podría esperarse de un miembro de la realeza. Para empezar autorizó que el texto se difundiera un día antes por Internet, en el blog Huffington Post.

Pero sobre todo han llamado la atención el tono y el contenido de su discurso «Mi mensaje de entendimiento intercultural» con el que hizo un llamamiento a no rechazar otras culturas y aprender unas de otra. El lugar en el que fue pronunciado, la Conferencia de Mujeres 2007 junto al gobernador Schwartzenegger y su mujer Maria Shriver, condicionó el texto. Hubo numerosas menciones y guiños a la cultura americana. Para empezar Rania, pese a ser musulmana y árabe, citó a la presentadora Oprah Winnfrey, a la revista People, Scooby Doo… segun dijo gracias precisamente al mestizaje cultural.

La Reina de Jordania también quiso citar experiencias personales para apoyar su mensaje y no tuvo miedo de recurrir al humor y a reirse de sí misma, algo poco habitual en miembros de la realeza. Contó que su primer «intercambio cultural» lo vivió con 5 años, cuando probó el sandwich de manteca de cacahuete y mermelada de una compañera de colegio. Pese a su devoción por el Humus, Rania confesó que descubrir ese sabor le abrió lo ojos y las puertas a un mundo nuevo.

Siguiendo con la «importantes lecciones de los sandwiches» en su vida, como ella misma lo calificó, relató que su primer encuentro con su suegro, el fallecido Rey Hussein, se produjo en una comida. Pero en lugar de celebrarse en un gran salón, con el boato y protocolo que cualquiera se imaginaría, el Rey les llevó, a ella y su futuro marido Abdala, a comer falafel y pitas en un local callejero. Cuenta que entonces empezó a descubrir la importancia de mostrarse como realmente se es por encima de las apariencias.

Rania también mencionó en su discurso los atentados terroristas de noviembre de 2005 en Amman y como ante el dolor, el ser humano siempre reacciona igual. No importa la religión, la nacionalidad o la raza. Y pidió que en lugar de seguir utilizando el lenguaje de «ellos» contra el «nosotros», pasaramos a hablar del «nosotros».

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