Para un español es difícil de imaginar caer enfermo y tener que vender
la casa, y todos tus bienes, para poder tener asistencia médica. Póngase en situación: se acaba de quedar sin trabajo, o tiene uno no malo sino simplemente regular y por tanto su cobertura sanitaria es una basura, su hijo -su hijito- tiene un cáncer, que puede tener cura pero que cuesta 150.000 euros acceder a ella. ¿De dónde los sacaría?

Este es, entre otros, el inicio del terror larvado que sufren los Norteamericanos. Y todavía hay quienes piensan que el mercado lo puede todo… y extrañamente coinciden con los mismos que acusan a los más pobres de ser los generadores del terror. Cuesta convencerse de que haya buena fe.

Los tiempos de crísis deben alentarnos a compredernos mejor y a mejorar.

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