Pues resulta que va a ser que sí. Al final, después de tantos «dimes y diretes» voy a tener que dar la razón a las estrellas, esta vez de corazón . Durante mucho tiempo he estado levantando los ojos a la noche pidiendo explicaciones y la noche  solo me contestaba con más noche, de forma que llegaba a la conclusión de que, realmente, yo sí que  era «yo y mi circunstancia», resignándome ante la evidencia de que mi realidad consistía en una islita sin ancla al fondo marino. Pero, en las últimas semanas, se han ido dando una serie de nexos que yo interpreto como algunas respuestas a mis interrogantes:

 Aterrizo en el C.C. de la Villa para ver » Barroco». Dirigida por Thomas Pandur e interpretada por Blanca Portillo y Asier Etxandía logra, ya antes de sentarme, que  me cuelgue del escenario. Resortes como vestuario; danza y mimo ( Nacho Duato), asi como la música y la excelente labor de los actores, todos ellos  manejados con absoluta soberanía, disfrazan el exceso de texto de una trama que gira  ambiguamente entre una posible  Tercera Guerra Mundial, o un gran cambio a todos los niveles.
Este sería el primer contacto que reconocería más tarde con la madeja de nexos.

Con Roberto, Cristina y el resto asisto a la Premier de «Las 13 Rosas» (dirigida por E. Martinez-Lázaro y basada en la obra «Trece rosas rojas» (Carlos Fonseca.2004) que ya estoy leyendo para no dejar cabos sueltos). En éste punto de mi proceso ya no hay palabras, porque lloro y lloro ante una maravillosa película, muy dura para mí al reconocer en ella gestos muy cercanos que me dan pistas aclaratorias sobre el entorno de mi pasado y mi presente.

Cae por mi cumpleaños, » El niño con el pijama de rayas»  (Jhon Boyne). En la inocencia del pequeño personaje me revelo. Como él, durante toda mi vida, me he dirigido hacia mi destino sin contar de partida con planteamientos, por instinto simplemente porque me lo ha pedido el alma.
Este fué el tercer nexo.
 En » Viento del Pueblo» (Jose Ramon Larraz. 2002), descubro contradicciones en el carácter de «mi adorado» Miguel Hernandez, que me sobresaltan: Después de esquivar varias veces a sus perseguidores, su detención se produce por una imprudente insensatez personal que convierte a su familia en más víctima de lo que ya era. Continúo, de ésta forma, levantando los piés del suelo. Floto en el aire intuyendo que «aquello» desde luego NO, pero «esto» TAMPOCO. En éste caso, encuentro paralelismo con Pablo Neruda: En la Residencia de Estudiantes, durante la presentación de «Pablo Neruda.Álbum» (José Carlos Rovira.2007),asisten Jorge del Río,los poetas Álvaro Mutis, Rafael Cadenas, ?scar Hahn  e Ida Vitale, todos ellos conocedores en primera persona del personaje, y descubro a un Neruda que comparte su indiscutible «enormidad» con una personalidad exigente y caprichosa con los demás. Resulta que «Pablo Neruda era un hombre profundamente feliz». Me pregunto si también lo hubiese sido sin la reverencia ajena.

Y la historia, continuará…( supongo ).

Print Friendly, PDF & Email