De la necesidad, virtud. España está logrando aplicar de forma inmejorable está máxima con sus regasificadoras y puertos. Las empresas y el gobierno están reconvirtiendo y preparando estas instalaciones para consolidarse como el gran centro logístico para la carga y descarga de buques metaneros que transportan gas natural licuado (GNL). De momento España ha pasado de recibir cantidades marginales de este producto en 2010 a almacenar más de 2 millones de toneladas en este 2014. Y por su posición aspira a ser el hub europeo de referencia para el gas de EEUU.

España cuenta seis plantas regasificadoras, cinco de ellas propiedad de Enagás, que se construyeron anexas a puertos de Galicia, Asturias, Cataluña, Valencia, Murcia y Andalucía para dar soporte a las centrales de ciclo combinado. Pero como éstas están funcionando muy por debajo de su capacidad energética, las regasificadoras se están «reinventando» para abrirse a otros negocios y no quedar inutilizadas. Y uno de los más interesantes es el de recarga de buques de GNL, especialmente gracias a la buena posición geográfica de los puertos españoles.

El servicio consiste en permitir que los barcos metaneros descarguen el gas natural licuado que transportan en las instalaciones españolas. Alli se queda almacenado hasta que el contratista lo vuelve a cargar para llevarlo al destino final que le interese en función de la demanda mundial. En el proceso, el contratista debe abonar un peaje al país que se encarga de ese almacenamiento.

En septiembre el gobierno «coló» una norma para autorizar a las reagasificdoras a realizar esta actividad y los puertos españoles se han adaptando también para este uso. El resultado es que en lo que va de año, por las instalaciones españolas han transitado más de 2 millones de toneladas de gas, un 81%más que en 2013 y un 201% más que en 2011 con apenas medio millón. Enagas, por ejemplo recargó 30 buques hasta el 15 de octubre de este año, comparado con los 20 barcos de todo 2013. Esto supone cifras millonarias para los puertos y regasificadoras españolas en peajes.

Todo esto coloca además a España en un posición privilegiada para convertirse en el hub gasístico de referencia en Europa aprovechando dos circunstancias: el intento de la UE de reducir su dependencia del gas ruso a tenor de la crisis en Ucrania y el enorme volumen de gas que va a empezar a exportar  Estados Unidos, gracias al fracking o fracturación hidráulica. Para 2018/2019 podría ascender 155 millones de toneladas, de las cuales el 15%, según el presidente de Puertos del Estado, José Llorca Ortega, recalaría en España.

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