A nivel mundial, se vive una nueva era de polarización en cuanto a la libertad de prensa, mientras que en España unos medios cada vez más opinativos y un deterioro económico con creciente precarización ha motivado una pérdida de puestos al contrarrestar la mejora de la seguridad de los periodistas y los avances legislativos. Es lo que pone de relieve la vigésima edición de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa realizada por Reporteros Sin Fronteras (RSF).  España se sitúa ahora en el puesto 32 tras perder tres posiciones respecto al año pasado.

La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, que evalúa las condiciones en las que se ejerce el periodismo en 180 países y territorios del mundo, pone de manifiesto, en su edición de 2022, los efectos desastrosos del caos informativo, creado por un espacio digital globalizado y sin regular, que favorece las informaciones falsas y la propaganda. En este sentido se señala una doble polarización, mediática y de los Estados, a escala internacional.

En las sociedades democráticas, el desarrollo de medios de opinión al estilo de Fox News y la generalización de los circuitos de la desinformación, impulsada por las redes sociales, están provocando un aumento de las fracturas sociales. En el plano internacional, la asimetría que existe entre, por una parte, sociedades abiertas y, por otra, regímenes despóticos que controlan a sus medios y sus plataformas, mientras libran guerras de propaganda, debilita a las democracias. En ambos niveles, esta doble polarización es un factor de intensificación de las tensiones.

En cuanto a España, Reporteros Sin Fronteras señala que la polarización mediática y el deterioro económico del sector han contrarrestado la mejora del clima informativo y provocado la pérdida de tres puestos en el ranking global de libertad de prensa, del 29º al 32º. Aunque la propia RSF advierte de que la implantación de una nueva metodología para elaborar la clasificación obliga a interpretar variaciones leves con mucha precaución.

En cualquier caso denuncian que en España hay Unos medios cada vez más opinativos y una precarización creciente de la profesión han contribuido a que este sea uno de los peores resultados en cuanto a libertad de prensa.

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