«La costa invadida por la marea negra. Las aves con las plumas enfangadas de petróleo. -escribe Federica Seneghini en il Corriere della Sera- Los restos del buque que había causado ese desastre partidos en dos. Han pasado 11 años desde el naufragio del Prestige, el petrolero que, el 13 de noviembre del 2002, naufragó frente a la costa de Galicia, en España, imágenes que todavía hoy sobrecogen. Ese día acabaron en el mar 77 mil toneladas de crudo, causando uno de los más graves desastres medioambientales europeos. Pese a todo, la catástrofe -al menos de momento- se queda sin responsables».

 


(Foto: flickr/FlexarOrion)

 

«Nadie puede decir exactamente cuáles son las causas que hicieron naufragar el barco, ha dicho el juez Juan Luis Pia, en la sentencia, que ha absuelto al capitán del barco Apostolos Mangouras, al jefe conductor Nikolaos Argyropoulos y al antiguo director general de la marina mercante española José Luis López-Sors, por los delitos de atentado contra el medio ambiente».

«Según la sentencia, el accidente que mandó a pique la supernave fue causado simplemente por su mal estado de mantenimiento y conservación».

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