El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, llamó a resolver las cinco emergencias mundiales a las que se enfrenta la humanidad. Desde la pandemia de COVID-19, hasta el sistema financiero, la crisis climática, la falta de regulación del ciberespacio y los conflictos violentos.

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Sobre la pandemia, Guterres señaló la urgencia de detener los contagios sin socavar los derechos humanos. Y recordó la desigualdad de acceso a la inmunización por l acaparamiento de los países ricos. Subrayó que, al ritmo actual, África no alcanzará la cobertura marcada por la estrategia de la OMS para controlar la pandemia: la vacunación del 70% de la población mundial para mediados de este año. Además instó a combatir la desinformación sobre las vacunas.

También destacó la necesidad de reformar un sistema financiero global «moralmente corrupto, que favorece a los ricos y castiga a los pobres». Y abogó por un impuesto a la riqueza.

En cuanto a la crisis climática puso hincapié en la migración climática, y cómo en 2020 esta obligó a 30 millones de personas a huir de sus hogares, una cantidad tres veces mayor que las guerras y la violencia. «Los números no mienten, necesitamos reducir un 45% las emisiones globales para 2030 si queremos llegar a la neutralidad del carbono a mediados de siglo», dijo António Guterres. Y llamó a apoyar a los países menos desarrollados con recursos y tecnología para que transiten hacia las energías renovables.

El ciberespacio también supone uno de los grandes retos para la humanidad. Un campo en el que prácticamente no existe gobernanza mundial, señala la ONU. El Secretario General de la organización alertó sobre «el creciente caos digital» que «beneficia a las fuerzas más destructivas y niega oportunidades a la gente común». Advirtió de los riesgos que corren las personas al acceder al ciberespacio, como el uso indebido de datos, la información incorrecta y los delitos cibernéticos, «que se multiplican aceleradamente». La ONU apuntó también a las empresas de redes sociales, afirmando que se benefician de algoritmos que priorizan la adicción, la indignación y la ansiedad a costa de la seguridad pública. «Necesitamos marcos normativos sólidos para cambiar este modelo de negocio», apuntó Guterres.

Además, recordó que la humanidad encara el número más alto de conflictos violentos desde la formación de la ONU en 1945, año en que terminó la Segunda Guerra Mundial: Los golpes militares volvieron y la impunidad empieza a reinar». Y urgió a «gestionar las divisiones geopolíticas», «para evitar el caos en el mundo».

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