Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Está apasionante la precampaña, porque los sondeos no descartan ningún resultado. Y hay nervios. Y hay algunas cosas denunciables: un grupo de importantes figuras del espectáculo expresa públicamente su apoyo a un candidato, y es tratado como una banda de forajidos. Sin embargo, apoyos así son normales en cualquier país. Se entiende que son ciudadanos y que están ejerciendo un derecho. En España, no. En España se les llama estómagos agradecidos, gentecilla que se deja untar por el canon digital.

 Imagen de previsualización de YouTube

De ese modo, personalidades que conviven con el éxito desde hace décadas, que tienen la vida resuelta gracias a su trabajo, que forman parte del sustrato cultural de nuestro país, son tratados como pedigüeños, sin honor, vergüenza, ni principios. Desde el líder de la oposición hasta un enjambre de comentaristas, que no paran de hablar de libertad de expresión, se la niegan. Y cualquier «mindundi» de quinta división en la política o el periodismo se atreve a burlarse de artistas como Serrat, Sabina, Almodóvar, Bardem, Ana Belén, Víctor. Y a calificarlos de parásitos. El abanderado de esta causa, el que les bautizó como los titiriteros, Jiménez Losantos, no tiene la menor duda de que apoyan a Zapatero por interés. ¿Por qué, si no?, dado que carecen de principios. No como él, que apoya abiertamente al PP, sí, pero por razones profundamente meditadas y llenas de altruismo; que babea ante Esperanza Aguirre, sí, que no le encuentra nunca el menor defecto, sí, pero por convicción, no porque le adjudicara unas cuantas emisoras de Televisión Digital Terrestre. ¡Qué país, Miquelarena, dijo Mourlane Michelena!»

Print Friendly, PDF & Email