El anuncio de la dimisión de Mariano Rajoy como líder del PP ha provocado un torbellino de reacciones de periodistas, políticos, analistas y corresponsales. Muchos reconocen su sorpresa por la decisión de un político que se había caracterizado por sobrevivir a todo, aunque hay quien apunta que el caso Gürtel y las últimas elecciones ya le habían dejado en una «superviviencia precaria». Varios de sus rivales políticos le despiden con palabras incluso amables en lo personal. Pero sobre todo se dan algunas claves de lo que significa su adios, entre ellas se destaca la apertura de un proceso abierto para elegir líder, algo inédito en un partido como el PP acostumbrado a las designaciones a dedo y que puede provocar una auténtica guerra. Pero también se enmarca su renuncia dentro de la coyuntura del auge de Ciudadanos y de la batalla por controlar el centro derecha en España.

Mathieu de Taillac, de Le Figaro: «Rajoy, de quien hicimos hace poco un perfil, ha reinvindicado una característica esencial de su gestión en el poder: el inmovilismo cuando las circunstancias lo exigen a sus ojos, que no debe confundirse (siempre) con la inacción.» Antes habia tuiteado: «El PP organizará antes de julio un congreso para designar un sucesor de Rajoy. La dirección, puesta en pie, ha aplaudida largamente al ex presidente, visiblemente emocionado al final de su intervención».

Guy Hedgecoe, de The Irish Times y BBC: «Rajoy dimite. Quiza era inevitable, pero sigue siendo un movimiento nada característico en alguien a quien gusta evitar tomar grandes decisiones.»

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