Cecilia Guardati, de la agencia argentina Telam, explica en radiocable.com los paralelismos entre la campaña de señalización publica de la PAH contra políticos y los escraches de Argentina contra represores de la dictadura. Aunque apunta que puede parecer «algo exagerado porque se señala a personas que a diferencia de los que en Argentina fueron responsables directos de torturas, aquí eran responsables de un banco o políticos».

Cecilia Guardati

Cecilia Guardati explica que los escraches en Argentina nacieron impulsados por los hijos de los desaparecidos: «querían dar visibilidad a las personas involucradas en la represión y que estaban en libertad. Se iba a sus casas, se les cantaba, se les señalaba, a veces se hacían pintadas… pero eran protestas siempre pacíficas ideadas para que la sociedad supiera que había implicados que hacían una vida normal.»

Comparando con la campaña que ahora ha emprendido la PAH en España asegura: «creo que el hecho de que se esté adaptando está metodología en España tiene mucho que ver con esa sensación de impunidad que es lo que también impulsaba a los argentinos. Se veía que la justicia no actuaba y las personas estaban libres cuando los hijos de desaparecidos tenían sus vidas destrozadas. Aqui pasa lo mismo. Las personas están sufriendo cada día y a quienes son responsables no se les está exigiendo esa responsabilidad ante la justicia. Por eso se busca a los políticos para que la gente no olvide».

La corresponsal recuerda que en Argentina los escraches también generaron polémica «sobre todo porque los movimientos que lucharon por hacer justicia para las víctimas de la dictadura estaban estigmatizados por algunos medios y el gobierno». Pero apunta que en general la sociedad «lo entendió y se vió comoun fenómeno muy interesante» que incluso se uso tambiénmás adeltante durante la crisis económica.

En relación con lo que sucede en España Cecilia Guardati apunta: «Quizá se esté exagerando un poco, en el sentido de que se está llevando la molestia social a otro lugar y se está señalando y violentando la vida de personas que a diferencia de los que en Argentina fueron responsables directos de torturas aqui eran responsables de un banco o un político. A veces incluso es gente que es reponsable indirecta de una maquinaria mucho más grande».

Añade: «Creo que hay paralelismos con lo que pasó en Argentina, pero también diferencias que hacen que la sociedad lo pueda entender de otra manera y vea exagerado llevar el acoso a los reponsables políticos o de los bancos. Pero en mi opinión no es una metodología que violenta y aqui pese a la tensión social, las protestas han sido muy pacíficas».  Y considera «sacar las cosas fuera de lugar» las comparaciones de los escraches con el terrorismo.

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