El diario económico germano asegura en una crónica de Anne Grüttner e Ingo Narat en su edición impresa que los inversores internacionales dan señales de rechazo hacia el Sareb, el llamado «banco malo» en España. Explican que a los inversores privados les resulta difícil valorarlo por «ser demasiado complejo».

Fachada del Banco de España
(Foto: Flickr/Cesvic)

Handelsblatt dice: «El banco malo español ya puede entrar en funcionamiento. Sólo falta una cosa: los inversores privados que deberán aportar la mayor parte del capital de Sareb. La condición para que las deudas de Sareb no sean contabilizadas como deudas estatales es que el Estado español actúe únicamente como propietario minoritario. Actualmente el equipo de Belén Romana intenta abrir el apetito de potenciales inversores para el banco malo en diversas giras de promoción. No obstante, por ahora las muestras de interés en el extranjero son escasas.

Aseguran: «Para los inversores extranjeros el banco malo `es sencillamente demasiado complejo´, opina Olaf Struckmeier, directivo de fondos de inversión en el instituto Dekabank. Los créditos inmobiliarios en el banco malo tienen que ser amortizados según diversos criterios. Las viviendas desahuciadas pierden por ejemplo el 63 por ciento de su valor, las casas que se han terminado de construir alrededor de un tercio del mismo y los terrenos sin edificar aproximadamente el 80 por ciento. ??De modo muy conveniente, la valoración de los activos traspasados está siendo muy conservadora?, elogió el FMI.

Pero el texto señala: «Sin embargo, `los inversores no quieren conocer los valores intermedios sino que se les den datos representativos sobre bienes inmuebles concretos´, opina Struckmeier. En su opinión, los bancos españoles participan en el banco malo no en último término para obtener un derecho a ecidir sobre la venta de viviendas.»

[Leer el artículo completo en Handelsblatt (pago)]

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