Ricardo Royo VillanovaRicardo Royo Villanova, responsable del blog A sueldo de Moscu, cree que la sentencia, que absuelve al Doctor Montes y al resto de médicos del Hospital de Leganes de mala práctica en el caso de la sedaciones, demuestra que el gobierno de Esperanza Aguirre impulsó la denuncia perseguiendo un fin político. En radiocable.com critica que para ello se destrozara la reputación de los médicos de la Sanidad Pública, se les enfrentara con los pacientes y se propiciara la muerte con mayores sufrimientos de muchas personas desde entonces. El blogger cree además que en el caso de Lamela, no solo influyeron motivaciones políticas, sino también religiosas y un intento de imponer un modo de ver la vida y la muerte que glorifica el dolor. 

Para Ricardo Royo han destrozado la reputacion profesional del Doctor Montes y hasta su vida privada simplemente porque creyeron que eso les podía favorecer politicamente. Cree que todo fue una cortina de humo para llevar adelante un desmantelamiento de la sanidad pública madrileña. Se fomentó el debate sobre si hubo o no sedaciones irregulares, se enfrentó a los médicos con los usuarios, se laminó la buena fama de los profesionales, para por debajo ir poniendo las bases para privatizar el sistema sanitario.

Para el autor de «A sueldo de Moscú», ese es un objetivo político legítimo, pero lo que nunca debió hacer el Gobierno de Esperanza Aguirre es generar un escándalo como este, utilizar a las personas y propiciar que muchos pacientes, en estos dos años, hayan muerto con mucho más sufrimiento del necesario.

De hecho Ricardo Royo asegura que desde que estalló el caso, ha visto personalmente morir a dos personas cercanas con muchos más dolores que los que tuvo su madre hace 4 años, que fue sedada una vez que su situación no tenía remedio. Desde la denuncia, los médicos no se atreven a sedar a los pacientes, porque no se fían de que luego les puedan denunciar anonimamente y meterles en problemas.

En cuanto a la reacción del gobierno de Esperanza Aguirre, el blogger cree que ya se ha visto cual va a ser: «la presidente ha dicho poco más o menos que esto no va con ella, mientras que -el consejero de sanidad- Lamela no ha dicho ni mu, ni lo va a decir».  Ya que según Ricardo Royo, además de intentar imponer un objetivo político, en el caso de Lamela hubo también una motivación religiosa.

Califica al entonces consejero de Sanidad de integrista cristiano que trató de imponer su forma de ver la vida y la muerte -sobre todo la ajena-, que hay que pasar con todo el sufrimiento del mundo. Este es el motivo por el que no admiten la sedación final, porque puede acortar la vida unos días. Ricardo Royo considera, de hecho, que no es casual que este haya sido el ariete escogido por Lamela contra la Sanidad Pública.

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