Sonia BlancoPara Sonia Blanco, profesora y responsable del blog «Espacio filmica«, la televisión en España está sumergida en un proceso de espectacularización en el que todo vale y al que nadie se atreve a meter mano. Para radiocable.com explica que con la excusa de la libertad de expresión se están tolerando una serie de contenidos más que cuestionables y que en algunos casos, como la historia de la joven asesinada en Alicante tras acudir a «El diario de Patricia», se va de las manos y acaba en una muerte.

La libertad de expresión no significa, para Sonia Blanco, que alguien pueda decir lo que quiera, cuando quiera y como quiera, pero el descontrol y la confusión de la gente, llega en este tema a ser tan grande que hay incluso quien cree que las televisiones privadas, por ser privadas, no están sometidas a una normativa. La desrregularización es tanta que nadie se atreve a meterle mano, explica. Y menos que nadie, los políticos que no quieren enfrentarse a las poderosas empresas que controlan los medios.

Con respecto al caso de la joven de Alicante fallecida esta semana, Sonia Blanco cree que a pesar de que hubo filtros y la productora del programa «El diario de Patricia» llevo a cabo una investigación, debían haber sido más cuidadosos. Aunque se pregunte a agresor y victima si han tenido condenas o causas pendientes, es evidente que cuando entramos en temas de malos tratos, el primero lo va a negar. Pero la mujer también lo puede hacer por vergüenza y miedo, ya que su mente es mucho más débil.

También cree que el programa ahora en cuestión, siempre ha hecho gala de tener pocos escrúpulos y de propiciar situaciones incómodas incluso para sus invitados en plató. Con el agravante de que se emite en horario infantil, supuestamente protegido. Sin embargo, para Sonia Blanco, esta vez el espectáculo se les fue de las manos y la consecuencia fue la muerte de una mujer. Y lamenta que se haya tenido que llegar a este punto para plantearse la cuestión de la responsabilidad de los medios, algo que no debería hacerse a posteriori, sino que los propios programas deberían plantearse antes cual es su responsabilidad social.

La autora de «Espacio fílmica» cree sin embargo que seguirá habiendo voces que defiendan que eso atenta contra la libertad de expresión y se seguirán permitiendo: «barbaridades como las que se vienen permitiendo desde que asisitimo al que yo considero el punto de inflexión en la espectacularización de la TV: la entrevista con los padres de las niñas de Alcasser. Esa noche se traspasaron mucho límites y desde entonces parece que las televisiones nunca son responsables de lo que ocurre».

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