Mientras se van conociendo más detalles sobre la subida de impuestos planeada por el Gobierno o se sigue investigando más corrupción en Valencia, el ayuntamiento de Arenys de Munt, en Barcelona, planea celebrar el próximo domingo un referéndum sobre la independencia de Catalunya. El tema está siendo bastante comentado en internet, especialmente en Cataluña,  porque el abogado del Estado encargado de recurrir la consulta es un ex candidato de Falange y también porque otros Ayuntamientos planean celebrar consultas similares.

 

Para el periodista Daniel Tercero a los convocantes «les interesa el eco mediático de la iniciativa» más que el resultado. Al fin y al cabo, no tendría ninguna consecuencia ya que «el Ayuntamiento no tiene competencias» sobre la materia tratada. «Que se cambie la ley, pero mientras tanto se debe cumplir», dice, a la vez que alude al caso de Jaume D’Urgell que, según comenta, incumplió la legislación vigente.

«El nacionalismo es difícil combatirlo con la razón» porque se trata de una «cuestión de fe», añade Tercero. Asimismo, el periodista considera que «el Referéndum se celebrará y quien habrá incumplido es el Gobierno, que es al que le han invadido las competencias». «Si el experimento sale bien», añade, «ERC va a presentar iniciativas similares en otros Ayuntamientos».

Asimismo, el delegado del Gobierno en Cataluña y blogger, Joan Rangel, dice que defender el Estatut «implica defender íntegramente el Estado social y democrático de derecho. Las reglas del juego democrático nos vinculan plenamente a personas e instituciones. No vale jugar a su cumplimiento o incumplimiento por motivos de oportunidad». El Ayuntamiento de Arenys de Munt, sencillamente, se ha «extralimitado en sus competencias» ya que la consulta tiene como objetivo opinar sobre un tema que no está atribuido a los municipios.

Guillem Carol considera que todo el tema ha cogido una dimensión «épica» a lo que Carles Campuzano añade que «las reacciones del Gobierno, mediante la abogacía del Estado, el auto de la inevitable juez, la presencia de Falange… Todo le ha dado a la iniciativa una dimensión simbólica que ha superado, seguramente, las espectativas de los promotores».

Mientras tanto, Saül Gordillo dice que el mismo día que el parlamento escocés prepara un proyecto legislativo para poder celebrar un referéndum sobre la independencia, en España «un juez intenta prohibir el referéndum».El problema, según Gordillo, no es «la consulta como mecanismo democrático, sino la pregunta». Al fin y al cabo, comenta, «puede tener un efecto multiplicador. El respeto del Reino Unido es «exquisito y democrático, mientras, una vez más, «Bono impide usar cualquier lengua que no sea el castellano en el Congreso».

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