La llamada a la «rebelión» de Esperanza Aguirre contra la subida del IVA ha hecho subir la temperatura de la blogosfera. En la red se habla de ambición, demagogia, deslealtad… Pero Ricardo Royo-Villanova del blog A sueldo de Moscu comenta en radiocable.com que además con gestos como estos la presidenta autonómica provoca que los madrileños tengan menos derechos que el resto de los españoles.

Ricardo Royo-Villanova

Ricardo Royo-Villanova repasa otras «llamadas a la desobediencia al Estado» de la presidenta madrileña con la Ley del tabaco o la dependencia. Cree que si las hubieran hecho políticos nacionalistas hubieran sido «motivo de gran escándalo», recordando lo sucedido con el Plan Ibarretxe, «que en mi opinión rompía el Estado mucho menos que lo que está haciendo Esperanza Aguirre».

Pero sobre todo, el autor de A sueldo de Moscú considera que ahora los madrileños «tenemos muchos menos derechos que los ciudadanos de otras comunidades». E ironiza diciendo que Esperanza Aguirre ha «independizado de hecho a la Comunidad de Madrid del resto del Estado». Y considera que lo importante no es «la identidad nacional, si somos españoles o no, la patria… Lo importante son los derechos».

En la red se pueden leer otros analisis y reflexiones sobre la decisión de la presidenta de la CAM.

Esperanza Aguirre

Arsenio Escolar considera desde Que paren las máquinas que Esperanza quiere convertirse en «lideresa de la oposición» pero apunta un matiz en su estrategia: «La subida del IVA, en julio próximo, la ha decidido el Gobierno de Zapatero, y el impuesto es estatal, no regional. Si el PP decidiera rebelarse contra ella, debiera hacerlo y anunciarlo el líder nacional, no una dirigente regional.»

Carlos Carnicero en su blog acusa a Aguirre de deslealtad institucional: «una campaña contra un impuesto aprobado en el Congreso de los Diputados en la Ley de los Presupuestos del Estado es no sólo una irresponsabilidad sino una falta de lealtad con las instituciones que la presidenta de la Comunidad de Madrid tiene la obligación de respaldar. Si cunde el ejemplo de que cada impuesto que no guste puede ser objeto de una campaña de descrédito, la política recaudatoria puede entrar en colapso.»

Ignacio Escolar apunta la paradoja de que «la misma Esperanza Aguirre que en enero subió el Metro un 22% se ha levantado en armas contra el 2% del IVA» y sobre la cuestión de fondo destaca: «Si la lideresa quiere dedicarse a la insumisión fiscal, que lo haga en sus ratos libres, no con cargo al presupuesto público de una comunidad que administra como si fuese su condado particular, su permanente comité de campaña.»

Rafael García Almazan en Kabila habla de populismo y cree que a Aguirre no le importa perjudicar a las ciudadanos: «utilizar la palabra rebelión, indica bien el carácter de esta politicastra de tres al cuarto y dice muy poco en su favor. Una política democrática de un partido importante tiene que dar la lucha en el parlamento, y no, una vez perdida la batalla del parlamento, salir a la calle a ganarla con algo tan demagógico como es su propuesta de bajar los impuestos.»

Cesar Roman en cambio cree que puede ayudar a «calentar el ambiente» contra el gobierno: «Si Aguirre logra hacer un buen trabajo de organización de base de esta movilización sumando a su causa a los pequeños empresarios y asociaciones de comerciantes, amas de casa, asociaciones de consumidores, parados y vecinos en general, podríamos encontrarnos ante una gran manifestación contra la política económica del Gobierno.»

Desde el blog Ventanas del falcon pide que también actue contra las grandes fortunas: «ahora que se erige en heroína regional, estaría bien que ayudara a los más necesitados rectificando la anulación del Impuesto de Patrimonio en la Comunidad de Madrid, por el que se han dejado de ingresar 1.110 millones de euros.»

Javier Mesonero de Moscas en la sopa se pregunta «¿a quien creen que realmente perjudica Esperanza Aguirre con sus frecuentes salidas de tono populistas? No contesten todavía, échenle un vistazo a los diarios nacionales de ayer y de hoy, y busquen alguna referencia a Rajoy que no signifique ponerse a los pies de la lideresa.»

Alberto de No es madrid para viejos ironiza sobre Esperanza Aguirre como una antisistema, aunque no se sorprende de su llamada a la rebelión: «Lo hemos visto con la ley del tabaco, con la asignatura de Educación de la Ciudadanía y con la Ley de Dependencia?»

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