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La sentencia del Constitucional sobre el Estatut de Cataluña ha provocado muchas reacciones en Internet. La blogosfera resalta en general que la mayor parte del texto «aprueba» el examen y sólo se anulan 14 de los 218 artículos del Estatut. Dado que el recurso del PP cuestionaba 114 artículos, se considera que el fallo deja en evidencia la estrategia del partido. Algunos analisis consideran en cualquier caso que es una sentencia salomónica que no satisface a nadie plenamente.

Fernando Garea considera en su blog que ha habido excesos de todos los implicados en la polémica:  Zapatero «cuando su ministro de Justicia saca pecho por la sentencia, valorándola al peso, con el argumento cuantitativo de que de 38.000 palabras apenas se eliminan 100″. Y Rajoy «se excedió cuando recurrió más de un centenar de artículos, muchos de ellos admitidos luego por el PP en redacciones idénticas en otros estatutos. Y se excede ahora felicitándose por una sentencia que está muy lejos de las pretensiones de su recurso.»

Jose Rodriguez en Observatori de ciberpolítica se pregunta: «¿para defender los privilegios de la casta judicial y tocar artículos que afectan de forma muy tangencial la vida de los ciudadanos valía la pena tanto tiempo, tanto sufrir y tocar un Estatut refrendado por los ciudadanos? La verdad, es que no. Que no valía la pena, que el TC no ha hecho su trabajo que era hacer la interpretación más positiva posible de cualquier ley para evitar tocarla (si el Estatut tiene una lectura dentro de la Constitución, este ha de ser respetado)».

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Alex Cortés defiende en su blog Con una nueva perspectiva que el fallo es una derrota del PP: «el Tribunal Constitucional ha avalado la mayor parte del texto y tan solo ha declarado inconstitucionales 13 preceptos lo que a efectos prácticos supone la aprobación del texto y la desestimación del recurso.»


Jesus Maraña en su blog Buzón de voz se fija en una paradoja: «Tras conocerse ayer el fallo del Tribunal Constitucional después de casi cuatro años de deliberaciones, las principales reacciones políticas en Madrid eran de alivio. En Catalunya, sin embargo, la indignación se palpaba. […] políticamente es innegable que la España plural queda tocada y que los separatismos reciben un nuevo aliento.»

Luis Solana niega desde su blog la mayor: «Poco a poco vamos consiguiendo que los errores se conviertan en disparates y que los disparates se conviertan en prudentes medidas. Esto de que el Tribunal Constitucional decida si millones de españoles y catalanes se equivocan, es una posibilidad tan torpe que conviene revisar la torpeza inicial.[…] Nadie debió aceptar que una decisión de las Cortes, del Parlament y de los ciudadanos en referendum pudiera ser modificada por unos magistrados fueran esos magistrados los que fueran.»

Ernest Suñé habla en Opino luego existo de un fallo que no deja satisfecho a nadie aunque es un varapalo al recurso del PP: «La anulación de 14 de los más de 200 artículos del Estatut no debe suponer de entrada una debilitación del texto. De hecho el PP recurrió 114 artículos, con la voluntad que fuese anulado casi por completo. La sentencia, por tanto, supone un importante varapalo a las tesis políticas y jurídicas que el PP defendió en su recurso».


Manolo Saco habla en Fuego amigo de resolución «cuasi salomónica» que deja a casi todos contentos: «Sólo se sienten damnificados los del tripartito, como no podía ser menos. Quizá tengamos que asistir durante las próximas jornadas a una sobreactuación por parte de sus dirigentes para escenificar ante sus bases el atropello españolista.»

Felix Soria en Im-pulso asegura que ha habido un pacto politico pero lamenta que «el Constitucional ha enmendado detalles que carecen de relevancia en la práctica y ha metido la mano en un texto legal que, ¡esto es muy importante!, había sido aprobado en un referendo celebrado en la comunidad catalana, así como por el Parlament de Catalunya y por las propias Cortes del Estado.»

Desde el blog Rebelde hasta la muerte se quejan de las intepretaciones sensacionalistas del fallo: «El TC ha dicho que no a 14 artículos; el Estatut tiene 218, hay 204 con los que están de acuerdo. Al PP le han dado la razón sólo en el 10% de sus peticiones. No lo olviden y no dejen que TV3 y los políticos (cada vez más extremistas) les vendan otra moto diferente.»

En Twitter la noticia también ha generado muchos comentarios:

Daniel Tercero reflexionaba sobre las reacciones políticas: «Si Montilla (PSOE) dice que PP ha perdido ¿por que está cabreado y convoca una manifestación? Y si el TC solo elimina 14 de 114 recurridos por el PP, que celebran?

Cesar Calderón considera «que el recorte al texto original es mínimo. Existencialismos aparte, claro.» Y se hace eco de un comentario de Rubalcaba: ««Si fuera fútbol, el Partido Popular pierde por 290-1″.

Roger Senserrich insistía en que la sentencia avalaba el grueso del texto: «Aviso a navegantes: dejaros de burradas existencialistas, y centraros en lo que ha cambiado el TC. A efectos prácticos, poco y esperado.»

Jordi Sevilla defiende que «Vote, como diputado, un Estatut que sigo considerando Constitucional. El TC discrepa de una pequeña parte. Y España sigue sin romperse!! Que dice PP?»

Francisco Conejo hace comparaciones numéricas: «El PP impugnó el 90% del #Estatut y el Tribunal Constitucional ha convalidado más del 90%. Que dira ahora Rajoy?»

Juan Calderon cree que «La decisión del TC español declarar constitucional la mayoría del Estatut catalán es salomónica. Ni se lo tumbaron ni lo aprobaron todo«.

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