El juicio por la identificación errónea de 30 de los 62 militares españoles fallecidos en el accidente del Yakovlev-42, en 2003 en Turquía ha hecho subir la temperatura de la blogosfera. Las críticas son duras, especialmente por las declaraciones de algunos imputados como el general que firmó el acta de entrega de los cadávers sin saber lo que decía porque estaba en turco y no tenía traductor. Pero sobre todo, se considera que sí hubo responsabilidades políticas en el caso del Yak-42 y se apunta a Federico Trillo.

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Ignacio Escolar ironiza sobre las explicaciones del general Navarro: «Tuvimos suerte. El general Navarro sólo firmó el acta turca sobre los cadáveres del Yak-42 y no una declaración de guerra. ??Si llego a saber lo que decía el acta ¿cómo voy a firmar??. Y considera que «Federico Trillo traicionó dos veces a las víctimas del Yak. La primera, cuando permitió que soldados españoles volasen en un avión impropio hasta para el contrabando de opio. La segunda, cuando las prisas por enterrar políticamente su error provocaron que muchas familias llorasen a un muerto que no era el suyo.»

Manolo Saco en su blog Fuego amigo «en el juicio por la tragedia del Yak-42 falta alguien, como testigo o como imputado. Las familias de los afectados se preguntan por qué sólo se sientan en el banquillo los militares que pudieron haber hecho una ??identificación errónea? de los cadáveres. No están ni Aznar, presidente del gobierno por entonces, ni Trillo, ministro de Defensa […] Los militares al mando de Trillo resultan ser los peones perfectos. Es casi, salvando las distancias, como echar la culpa a un muerto o a un menor, porque la defensa de un militar en acto de servicio, que se supone ha de obedecer ciegamente las órdenes de un superior».

Iñigo Saenz de Ugarte en Guerra Eterna también se muestra mordaz con respecto al juicio: «El general de Sanidad Vicente Navarro culpa a los turcos de los errores en la identificación de los cuerpos del Yak-42. El Ministerio de Defensa no envió a un traductor porque ¿cómo no te vas a fiar de un turco? Cuando el Ejército entregó los ataúdes a las familias debería haberles avisado: si tienen algún problema, hablen con los turcos. Nosotros sólo nos ocupamos de la mensajería.»

Francisco Rubiales en su blog Voto en blanco arremete contra Trillo: «Los principales acusados implican de una manera u otra a ese Federico Trillo que hoy sigue hablando de Justicia en el Parlamento, sin sentir pudor, y cuya negativa a dimitir, no por sus responsabilidades en el accidente, sino por su indiscutibles responsabilidad política, ha llevado a cientos de miles de españoles a pensar que la derecha y la izquierda, en España, empatan en descaro, desfachatez, corrupción y baja calidad democrática.»

Alvaro Solera se muestra muy crítico en su blog con el general Serrano y con Trillo: «Resulta sorprendente oir en el juicio por el accidente del Yak 42 a todo un general del ejército español reconocer que firmó los partes de defunción de los soldados españoles muertos sin entender lo que ponía porque estaban en turco.[…] Que cruel hay que ser, que poca humanidad para que, siendo el máximo responsable político de los errores reconocidos en las identificaciones, no presentar, al menos, la dimisión. Y ahora el mismo sujeto se cree con derecho de denunciar a otros.»

En el blog Aventura en la tierra consideran que «de aquí a algunos años el caso del Yak 42 se convertirá en lo que es: el caso de presunta corrupción más indecente de la presunta etapa de Gobierno del PP. […] Y luego están las mentiras en catarata para encubrir los hechos abrumadores, las prisas para enterrar los cadáveres, el intento de desviar responsabilidades hacia los subordinados, el insulto y la persecución contra los familiares de las víctimas, el ridículo y continuado intento de pretender ensuciar a los profesionales forenses turcos»

En webs como Menéame el juicio está provocando muchos comentarios. Con respecto al general Navarro se dice «Estoy mucho mas tranquilo sabiendo que los generales del Ejercito Español firman papeles, ya no sin leerlos, sin entenderlos« o «Si lo firmó sin leerlo o sin siquiera molestarse en entenderlo (o buscar a alguien que pueda ayudar): incompetente y negligente. Si lo firmó a sabiendas y está usando esto como una excusa: mentiroso y sinvergüenza. Las dos situaciones deberían dejar a este señor lejos de su puesto y similares.» Y del juicio en general, algunos se lamentan: «Al final, pagarán estos militares por el «error». Y los políticos, de rositas.»

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