Miles Johnson, del Financial Times, repasa en radiocable.com el impacto que la disputa de la constructora española con Panamá por las obras de expansión del canal está teniendo para Sacyr, la industria de la construcción y España en general. Recuerda que la adjudicación del contrato en 2009 simbolizó el éxito de todo un sector que junto con los bancos era el más poderoso de España. La crisis actual en cambio simboliza  «el fracaso de gestión de parte del sector de construcción». Señala que puede perjudicar a Sacyr en otros contratos, pero no cree que lo haga con el resto de empresas españolas.

Miles Johnson asegura: «En aquel momento en 2009, ese contrato de Sacyr fue muy importante para la industria de la construcción en España. Una industria que era muy importante antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Era, dejando a parte los bancos, el sector más poderoso en España. Y el contrato de 2009 fue como un símbolo del éxito de este sector. Y cuatro años después, Sacyr ha tenido muchísimos problemas y esto vuelve a ser un símbolo, pero por otras razones: lo es del fracaso de gestión de parte del sector de construcción en España.»

Añade que aunque aun no esté claro que puede pasar en el conflicto por la expansión del canal de Panamá: «no parece algo bueno ni para la empresa, ni para la industria. Es un problema para una industria que es importante en España por su crecimiento fuera.»

En cuanto al efecto sobre la imagen del sector de la construcción, el corresponsal precisa: «Hay empresas mejores y peores, y hay que recordar que el presidente que firmó este contrato se fue hace un par de años y ahora la gestión de la empresa ha cambiado. Pero no se puede tener una situación así y no tener un problema de imagen. Si hay un desacuerdo y tu cliente está muy enfadado, especialmente un cliente tan importante como el gobierno de Panamá, no puede ser bueno. Y puede hacer que otros clientes, actuales o potenciales, fuera de España se piensen trabajar con este empresa. Es posible que haya miedo y pérdida de confianza en la capacidad de la empresa de cumplir sus proyectos.»

En cuanto a si el caso puede perjudicar al sector en su conjunto o a la Marca España, Miles Johnson asegura: «Creo que en general, no. Pero es demasiado pronto para decirlos. Obviamente no va a ayudar pero no creo que los clientes piensen que otras constructoras por ser españolas como Sacyr van a ser malas. Pensarán que cada empresa es distinta. Pero no es una noticia buena.»

El corresponsal añade que en el extranjero, aunque en el consorcio están presentes otras empresas europeas, ha calado que es un problema sobre todo de Sacyr: «Si porque es la empresa más famosa, cotiza en bolsa y es la más grande. Tiene más nombre fuera de España y además es el socio mayoritario del consorcio y es lógico que la gente piense más en ella que en las otras empresas.»

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