Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Hablemos de los jueces. ¿Están planteando un pulso, un desafío, una guerra de poderes o solo quieren, como dicen, forzar una mejora del servicio de justicia?. En favor de la primera hipótesis -pulso, desafío- está su actitud tradicional. Más que un poder independiente han parecido querer ser siempre un poder superior.

Imagen de previsualización de YouTube

Es, además, muy sospechosa su repentina preocupación por la calidad de su trabajo. No parecía estar inquietándoles mucho hasta que fue sancionado un compañero. Finalmente, esta este compañero, el juez Tirado, metáfora desdichada de la actitud judicial. Un hombre mucho más afectado por la ridícula multa con que se le sancionó que por lo ocurrido con la pequeña Mari Luz, con la que ha marcado una distancia heladora. En favor de la segunda tesis -los jueces buscan la mejoría del servicio- es evidente que también podemos encontrar señales. Las que proceden de miles y miles de jueces rasos, la infantería de la justicia cotidiana, sujetos pacientes desde tiempo inmemorial, desbordados por un trabajo que se acumula. Así que probablemente el conflicto sea diferente en las base que en la altura. Sea como fuere, llegados a este punto lo razonable sería que se aprovechara el momento para acometer entre todos un proceso de modernización imprescindible, para acelerar las reformas que ya están en marcha, para convertir en vencedor de esta batalla no a los jueces, no al Gobierno, sino al ciudadano. Pero es poco probable. Hay demasiado orgullo en juego y agravios y bravuconerías almacenados desde hace años. En todo caso, esperemos que no se llegue a la huelga. Y si se llega, por primera vez en la historia, los jueces tendrán que explicarnos con todo detalle por qué ahora y no el año pasado o el anterior, o el año 2000, o el 95. Hoy por hoy, con las pruebas de los comportamientos en la mano, ningún jurado popular les daría la razón, seguramente.»

Print Friendly, PDF & Email