El cese de Pedro J. Ramírez es analizado por Hans-Günter Kellner, de la radio publica Deutschlandfunk y la agencia Epd y presidente desde 2012 del Círculo de Corresponsales Extranjeros en España. Asegura que no cree que la salida se deba a presiones del gobierno, sino a los problemas económicos de Unidad Editorial. Y apunta: «No me imagino El Mundo sin Pedro J. Es como si el Papa no viviera en el Vaticano».

Hans-Günter Kellner asegura: «Seguramente en la política española hay mucha cocina, pero que llegue a tanto me parece imposible. El gobierno no mostraría esta debilidad. Sería una señal de debilidad que el gobierno empezara a presionar a directores de periódicos. No lo van a hacer. Unidad Editorial tiene problemas económicos y yo creo que el cese se debe a esto, no a presiones del gobierno.»

El corresponsal explica que cuando se enteró de la noticia: «No me lo podía creer porque es el fundador del medio. De hecho Pedro J. es El Mundo. No me puedo figurar el diario sin él. Ha sido un gran sorpresa. Es casi como si el Papa no vive en el Vaticano.»

Asegura no haber tenido conocimiento de ninguna operación política para acabar con el director de El Mundo: «No he oído nada y tampoco me lo creo. Pienso que ha sido más bien una decisión empresarial por la situación financiera de Unidad Editorial, que por presiones del gobierno.

Hans Kellner añade: «No creo ni siquiera que el gobierno tenga la capacidad de presionar a un editorial para cambiar a un director. Y además la línea crítica con el gobierno era algo que incluso situaba bien económicamente al periódico. Cambiar esa línea yo creo que empresarialmente ni siquiera interesa a El Mundo. No sería inteligente renunciar a esa línea».

Destaca también: «Es cierto, y eso es un plus en la trayectoria de Pedro J. Ramírez, que han publicado grandes exclusivas y que incluso fueron los primeros en hablar del Caso Noos de Iñaki Urdangarín, pero de ahí a pensar que alguien del Gobierno o de la Casa Real presione a un grupo editorial para quitarse de en medio a su director no me lo puedo imaginar.»

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