¿Está en peligro de «pequeña muerte» la figura del corresponsal extranjero? Una periodista francesa en Líbano lo advertía recientemente relatando cómo cada vez es más difícil para un corresponsal vivir de su trabajo y la falta de contratos fijos, las bajas tarifas que pagan los medios y la necesidad de generar información en masa estaban ahogando a los informadores.

Hans-Günter Kellner, que trabaja para la radio publica Deutschlandfunk y la agencia Epd y es presidente del Círculo de Corresponsales Extranjeros en España desde 2012 analiza en radiocable.com cómo es la situación aquí. Señala que ahora la gran mayoría de los reporteros internacionales en nuestro país es freelance porque los medios ya no quieren pagar los costes de las corresponsalías fijas. Añade que además se ha reducido el espacio para información internacional. Pero no cree que haya riesgo de «pequeña muerte» de los corresponsales, sino que la profesión está cambiando y hay que adaptarse.

Hans-Günter Kellner explica «Cada vez hay menos medios que quieren mantener los costes de las corresponsalías. Frankfurter Allgemeine Zeitung durante una época tuvo tres corresponsales en España, uno político, uno de cultura y otro de economía. Ahora tiene uno. Aunque desde la perspectiva alemana es en los medios más pequeños donde más se nota. Diarios regionales que a lo mejor antes compartían al menos un corresponsal entre varios, ahora han reducido esos gastos. Los únicos que no han recortado las corresponsalías son la ARD, la radio y TV pública alemana, igual que la BBC.»

Sin embargo señala que además del recorte de gastos, los corresponsales extranjeros se enfrentan a otro problema: «Ahora hay más dificultades para publicar, porque no sólo se han reducido corresponsalías en los medios, sino también las páginas y los espacios de información internacional.»

El corresonsal asegura que en España hoy en día la gran mayoría de corresponsales son freelance y no tienen contrato fijo con los medios para los que trabajan: «Es una tendencia que empezó hace unos 20 años. En Alemania, en el periodismo se empezó a trabajar cada vez más con autores freelance en vez de fijos. Lo que pasa es que hasta hace unos diez años, esos autores podían contar con compromisos fijos importantes de compra de sus noticias en los medios. Y eso ya ha cambiado. Hoy en España, la mayoría somos freelance, poca gente tiene estatus de redactor, y los que tienen un buen contrato con algún medio que les garantiza volumen de trabajo también están disminuyendo.»

Pero Hans-Günter Kellner no cree que esto signifique una «pequeña muerte» para los corresponsales: «No. Lo que pasa es que la profesión está cambiando. También hay cada vez más periodistas españoles que trabajan por su cuenta y buscan primero un tema y luego un medio donde venderlo. Lo mismo pasa en la información internacional. Los medios serios quizá cuidan más a sus autores, pero hay otros que no lo hacen y compran solo las cosas que les interesan y a veces de hecho pasa que un periodista alemán que está de vacaciones en España y hace un reportaje. Esto nos perjudica a los corresponsales porque es más difícil hacer rentable nuestro trabajo.»

Otro reto al que tienen que hacer frente los periodistas es el cambio en la forma de trabajar: «Antes para hacer determinados trabajos de radio o TV se requería un gran equipo. Ahora los puede hacer una sola persona con un laptop o incluso un iPhone. Eso facilita la movilidad y la forma de hacer las historia pero cambia también las relaciones laborales. A lo que no debe acostumbrarse nunca un corresponsal es a la precariedad. Y si son pagados de forma que el trabajo no es rentable, es importante que no lo haga nadie.»

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