ETA ha dado por finalizado el alto el fuego permanente. Lo supimos, con el peor de los comunicados, el 30 de diciembre de 2006. Ahora lo anuncia, por si no hubiera quedado claro. Zapatero ha respondido pidiendo a los grupos políticos apoyo unánime. Pero la unidad brilla por su ausencia. Rajoy no ha dejado margen. ??Deseo que el Gobierno rectifique?, ha empezado diciendo en su comparecencia de la una y media de la tarde. Durante meses cualquier mínimo gesto del Gobierno ha ido acompañado de un coro de reproches provenientes de las filas populares. Hoy no ha sido una excepción. Rajoy ha calificado de ambiguas las palabras de Zapatero y ha pedido al Gobierno que garantice que ??no habrá ninguna cesión ni negociación con ETA?. Bajo nivel el de la política española si sigue aprovechando noticias como la de hoy con fines electoralistas y si continúa haciendo del terrorismo un arma con la que atrapar votos. ¿Será verdad lo que dice el camarero del bar donde desayuno, que está convencido de que solo se alcanzará la paz cuando gobierne la derecha porque ésta sí podrá contar con la lealtad de todos los grupos políticos? ¿Necesitará la paz, para llegar y quedarse, de una oposición política respetuosa y responsable? O, por el contrario, ¿es más eficaz una política agresiva que insinúa, como hoy ha hecho el PP, que el Gobierno ha estado cediendo ante ETA y actuando sin los mecanismos propios el Estado de derecho? ¿Ayuda a España y a la paz esta forma de hacer política?

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