En el actual contexto de falta de agua crónica y coincidiendo con la «guerra de embalses» que azota a Francia, en España se ha abierto el debate sobre el modelo de agricultura intensiva del país que implica un gran consumo de agua. Incluso se ha empezado a cuestionar la cultura de los pantanos, en donde España es una potencia y tiene el récord de Europa. Pero la solución que se baraja y que se ha convertido en una especie de «nueva religión» son las desaladoras que son caras, gastan mucha energía y generan residuos. Es el análisis que hace el conocido diario francés de izquierdas en un reportaje de su corresponsal François Musseau que repasa las tensiones en torno al agua y como la sobreexplotación y el cambio climático han golpeado de lleno el modelo español. Pero advierte de que aunque la solución de los embalses parece ahora «caducadas» en España, la de las desaladoras, que se está imponiendo, es «costosa y peligrosa».

Liberation explica que en Francia la sequía ha impulsado que se recurra cada vez más a embalses -algo que incluso ha generado incidentes y una «guerra» entre ecologistas y agricultores-, pero en España donde este modelo se instaló hace décadas y ha sido esencial para la agricultura, sobre todo en la mitad sur más árida, ha empezado a ser cuestionado. Recuerda que España es una «superpotencia» en cuanto a presas y cuenta con 1.226 en todo su territorio, un récord en Europa. Pero se enfatiza que en el actual contexto de «falta crónica de agua», en parte por el cambio climático, pero también por la gestión agrícola, han surgido voces que señalan que el modelo de los embalses es insuficiente y ha sido superado. Resalta que muchos de los pantanos españoles se construyeron en los años 50 con el franquismo y hasta hace poco eran considerados un «bálsamo» que contentaba a casi todos los interesados. Pero subraya que hoy han dejado de ser una «solución milagro» y de hecho son una fuente de conflictos crecientes.

El reportaje pone de relieve que en 2021, España destruyó 108 presas en su territorio para rehabilitar la fauna fluvial, pero en cualquier caso vive un «funesto círculo vicioso» porque sus reservas de agua no cesan de caer.  Recoge que en la actualidad están al 51,7% de su capacidad, cuando la media de la última década era del 62,7%, y en algunas regiones del sur está al 25%. Señala que esto tiene repercusiones para la energía hidroeléctrica, pero sobre todo para la agricultura que utiliza entre el 85 y el 95% del agua embalsada. Enfatiza que los ecologistas denuncian esta situación cuando la primera vocación del aprovisionamiento es para el consumo humanos y piden una nueva cultura del agua y que se eliminen 1 millón de hectáreas de suelo dedicado a cultivo de irrigación, una cuarta parte de la superficie que se usa en el país para este fin.

Pero el rotativo francés señala que en el fondo lo que está en cuestión es el modelo agrícola en conjunto, porque los embalses se pensaron precisamente para desarrollar sin límite los cultivos intensivos, aunque la sobreexplotación de suelo y capas freáticas combinada con el cambio climático, está sacudiéndolo todo. Detalla el caso de la Axarquía en Málaga donde se ha impuesto el cultivo de especies tropicales como el mango o el aguacate, pero los embalses están al 10% y se ha prohibido el riego. Y enfatiza que la solución que se baraja es la de las desaladoras, convertidas en «la nueva religión» en la costa española. Apunta que ya existen 765 por todo el país, 99 de ellas de grandes dimensiones, y con ellas se pretende llenar embalses y permitir el riego. Menciona la situación en Cataluña, donde las reservas de agua están al 27% y se ha invertido 2.300 millones de euros para doblar la capacidad de la desaladora de El Prat. Pero subraya la advertencia de los ecologistas sobre este modelo que consume mucha energía y genera gran cantidad de salmuera. Y concluye «El modelo de los embalses está caducado, pero el de las desaladoras es costoso y peligroso».

Liberation es el diario francés de izquierda por excelencia. Fue creado en 1973 bajo el impulso de Jean Paul Sartre y los movimientos de Mayo del 68. Originalmente era de extrema izquierda, no había jerarquía en la redacción, todos lo periodistas cobraban lo mismo, las decisiones se tomaban por mayoría y no aceptaban publicidad. A partir de 1980, empiezan a cambiar las cosas, se modera hacia el centro izquierda y entran los primeros socios capitalistas. A causa de sus dificultades financieras, Edouard de Rothschild, heredero del imperio bancario, adquirió el 40% de su capital en 2005, provocando la partida de algunas de sus grandes firmas. Hoy posee el 26% del diario, el mismo porcentaje que el empresario de medios Bruno Ledoux. Una de sus señas de identidad es la importante presencia de la imagen fotográfica en su portada y en sus páginas. Su difusión en 2020 supera los 75.000 ejemplares. En el verano de 2012 publicó una controvertida portada con los colores de la bandera de España y el titular “Perdidos!”

Advertencia: Por respeto a la ley L.P.I. española, radiocable.com ni reproduce textualmente ni publica links a los textos externos que han llamado la atención de nuestro equipo. Si desea conocer la literalidad del artículo acuda directamente al medio referido. 

linea

Radiocable.com y su programa La Cafetera se financian con las aportaciones de lectores y oyentes. Necesitamos tu ayuda para sobrevivir. Si te gusta el periodismo que defiende el programa y sientes que te acompaña, hazte suscriptor-mecenas aquí.

linea

Print Friendly, PDF & Email