El diario francés detalla en un reportaje como la crisis está afectando al colectivo de inmigrantes que llegó a España en época de bonanza. Destacan como han pasado de tener trabajo, comprar un piso y disfrutar de un ocio a su medida a tener que enfrentarse al paro, los desalojos y el yugo de las deudas impagadas.

Un desahucio a inmigrantes
(Foto: Flickr/Orianomada)

Libertation pone como ejemplo Torrejón de Ardoz: «esta ciudad dormitorio integró a miles de inmigrantes que vinieron a trabajar a España en la época de buena salud de la economía. Ahora está minada por el desempleo y las ilusiones perdidas. Hace tres años, los bares estaban llenos, y los clientes hacían fila en los locales de transferencias de dinero para enviar fondos a sus familias. Hoy, la mayoría de los comercios que aun siguen abiertos están desiertos. Ya no se ven centros de llamadas telefónicas, peluquerías africanas o bares que han bajado el telon.»

Explican que «Torrejón, al igual que muchos otros suburbios, se convirtió en punto de reunión de inmigrantes conquistadores, poco cualificados pero que encontraban trabajo con facilidad, especialmente en la construcción y los servicios. En esta ciudad de 118.000 habitantes, un cuarto son inmigrantes. Sobre todo rumanos, latinoamericanos o africanos. En estos últimos quince años, España, en la euforia de la construcción, dio la bienvenida a más de cinco millones de extranjeros. En 2005, el país incluso regularizó 600.000 trabajadores en situación irregular.»

El reportaje recoge las declaraciones de una peruana llegada hace diez años:»Nos habiamos acostumbrado a la buena vida, el ocio, pudimos comprar un pedazo de tierra en nuestro país, hicimos que vinieran nuestras familias. Pero todo esto se ha acabado».

«Hoy, los inmigrantes están en primera línea frente a la crisis. La tasa de desempleo es superior al 21,5% en España, y los extranjeros están aún más afectados, con 32,7%. Muchos están sobre-endeudados, después de obtener el crédito fácil para comprar un apartamento o un coche, en un momento en que los bancos prestaban sin demasiados miramientos» apuntan.

El diario explica que ahora muchos inmigrantes no pueden pagar sus deudas y se enfrentan a desalojos y expulsiones: «a algunos les gustaría volver a su país pero están atrapados en España, por una hipoteca o el pago de alguna deuda.  Consuelo Lozano, una mujer de la limpieza ecuatoriana en paro ha podido enviar a sus hijos a Ecuador, pero ella se ve obligada a permanecer en España, para no pasarle su deuda a su hermana, que la avaló para compar su apartamento.»

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