Camiones bloqueando una carretera durante la huelga

El martes tuvo lugar la segunda jornada de la huelga de los transportistas que provocó problemas en el tráfico y en las gasolineras. Se trata sin embargo de un paro que está resultando confuso para la sociedad. En la blogosfera española hay muchas críticas y argumentos en contra de las motivaciones de los huelgistas, pero también reflexiones y puntos de vista diferentes que amplían el debate.

Josu Mezo, del Ruido y las nueces, valora este paro como una huelga contra la realidad y critica la poca discusión pública que existe sobre las motivaciones. Explica que la subida del gasoleo es una realidad… pero que ya se viene dando desde hace años y hasta ahora los transportistas han ido subiendo los precios para compensarla. Sin embargo ahora no lo han hecho y para Mezo, parte del problema puede ser la competencia que les llega desde países del este. Sin embargo sus peticiones son absurdas o ilegales.

Felix Soria de Im-pulso también reflexiona sobre las reclamaciones de los camioneros al gobierno por la subida del precio del crudo y se muestra sorprendido de hasta qué punto la simpleza idiotiza . «¡Los gobiernos no pintan nada en el aberrante sistema internacional que regula el mercado de los hidrocarburos! Los gobiernos son responsables, ¡pero no de la carestía!, sino de haber cedido graciosamente sus competencias a los especuladores y al mercado.»

Antonio Avendaño de Res Pública cree que se trata de una huelga confusa contra un patrón inexistente: «Una huelga que no es una huelga contra un patrón que no es un patrón y cuyos huelguistas que no son huelguistas le exigen al patrón que no es un patrón que baje unos impuestos que no puede bajar, suba unas tarifas que no puede subir y prohíba unas prácticas desleales que no puede prohibir. También apunta que las otras huelga de este sector se saldaron con rebajas fiscales, pero en este caso todo es más complicado.

Ricardo Royo Villanova de A sueldo de Moscú y Pedro Manuel Herrera, de La fantasía del super saltamontes, coinciden en que no se trata de una huelga sino de un paro patronal, ya que no existen sindicatos detrás de los camioneros.

En cambio Javier M de Moscas en la Sopa critica que se ponga en duda que se trata de una huelga de trabajadores y se pregunta «¿Un autónomo ya no es trabajador? Los camioneros que protestan hoy no son las grandes flotas, sino los pequeños autónomos que tienen un camión como herramienta de trabajo. Son autónomos porque producto de la subcontratación no han tenido más remedio que acogerse a ese régimen laboral. Si a estos les consideramos patrones es que estamos locos.»

Hugo Martinez Abarca de III Republica, por su parte reflexiona sobre uno de los «efectos colaterales» de la huelga: el desabastecimiento que se está produciendo no por el paro, sino por «la histeria colectiva con la que reaccionamos miles y miles de ciudadanos que consciente o inconscientemente obedecimos a la instrucción general: ??Ciudadano, vaya a comprar hoy o se quedará sin café mañana??. Cada uno de nosotros, buscando el interés individual contribuimos al vicio colectivo.»

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