Durante el embarazo a su madre se le administró un medicamento que provocó malformaciones en el bebé. Nació sin brazos.

Tony Melendez, aquel chico, fabricó años más tarde una guitarra especial que le permite utilizar los dedos de los pies. Ha dedicado su vida a cantar sobre religión e incluso llegó a ofrecer un concierto ante el Papa en 1998.

Mas allá de su perfil religioso ahora su experiencia es utilizada como modelo de superación en todo el mundo. Los límites no existen, los límites pueden ser superados con tiempo, destreza, y ganas, -afirma.

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