La victoria del PP ha sido recibida en Marruecos con preocupación. Numerosos medios recuerdan las difíciles relaciones entre ambos países durante los años de Aznar y destacan que el discurso de los populares en la oposición y durante la campaña «ha seguido siendo hostil a Rabat». Temen que la crispación vuelva a presidir la relación hispano-marroqui. Se refieren a Zapatero como «el amigo de los marroquies» y confian en que Rajoy «se rinda a la evidencia dictada por la realpolitik».

Periodicos marroquíes

(Foto: Flickr/Erik van der Zwet Slotenmaker)

Al Ayyam asegura «Marruecos pierde a sus amigos socialistas en la península ibérica a la sombra de una difícil situación regional. Marruecos en la portería del defensa del PP tras la victoria absoluta de la derecha en las elecciones. Si la economía española y la crisis financiera han sido la base de la batalla electoral emprendida por el PP contra su rival socialista, las relaciones históricas con Rabat han formado también parte de esta lucha electoral, puesto que el PP ha seguido con su discurso hostil a Rabat? El líder del PP ha optado durante la campaña electoral por dirigir mensajes claros a Marruecos y al monarca marroquí sobre que la soberanía española de Ceuta, Melilla e islas adyacentes están fuera de debate.

Esto ha sido considerado en Rabat como una señal negativa para las relaciones entre las dos partes durante la próxima etapa en la que el PP tendrá un gobierno absoluto en la vida política. Aunque el monarca marroquí se ha apresurado a enviar un mensaje de felicitación a Mariano Rajoy por su éxito en las elecciones?el contenido de la carta también contiene un indicio de la frialdad de estas relaciones, ya que se ha evitado exaltar las expresiones a favor de la cooperación entre las dos partes. Rabat sabe perfectamente que las relaciones con el PP nunca fueron ni serán fáciles en relación con muchos expedientes como el del Sáhara, tan sensible para Rabat.»

La Nouvelle Tribune dice: «??Good luck?? Señor Rajoy. Alea jacta est. El Sr. Rajoy, que dirige el PP, acaba de ganar de manera contundente las elecciones legislativas en España? Para nosotros, los marroquíes, estas elecciones tienen mucha importancia porque España, nuestra vecina del norte, jamás ha sido indiferente a los asuntos de nuestro país, pero también porque esta relación de vecindad no siempre ha sido ejemplar. Y la llegada del Sr. Rajoy, sucesor del Sr. Aznar, podría sin lugar a dudas ser mal vista en Marruecos y ser una fuente de inquietud y de preocupación.

La experiencia precedente fue, como mínimo, una mala experiencia, como nos lo recuerda el asunto de la Perejil, pero hay que ser magnánimo y considerar que las dos partes han sabido aprender la lección de esta crisis, que estuvo a punto de acabar en un enfrentamiento armado entre España y Marruecos. Rajoy, sin duda, estará muy ocupado por la situación interna de su país para arriesgarse a este tipo de aventuras, sin embargo? un enemigo exterior podría servir de excusa o para ??disimular problemas?. Deseamos pues buena suerte al nuevo equipo del ejecutivo español que esperamos, lo más pronto posible, se rindan a la evidencia dictada por la realpolitik.»

Al Massae destaca: «el PP -conocido por su política radical contra Marruecos a raíz de su postura en asuntos como Ceuta y Melilla ocupadas y el Sáhara- se encargará de la gestión del poder en el país vecino, mientras Marruecos se prepara también para celebrar las primeras elecciones legislativas de la nueva Constitución y que serán seguidas con interés sobre todo por España, con quién compartimos varios denominadores comunes y relaciones de tira y afloja según la naturaleza del partido en el poder. Estas relaciones hispano-marroquíes necesitan hoy un nuevo espíritu que las impulse a trabajar en los intereses comunes y a poner los temas espinosos sobre la mesa de negociaciones, con afán diplomático que deje de lado el legado del pasado.

Las relaciones hispano-marroquíes han conocido un gran avance durante la última década con el PSOE y se pide al PP que siga adelante en este sentido a favor de unas excelentes relaciones entre los dos países. Las elecciones marroquíes participarán en gran medida en diseñar una nueva imagen de la democracia en Marruecos y enviarán mensajes políticos hacia nuestra vecina España. Esto servirá para hacer más sensatas las relaciones bilaterales en base del respeto mutuo y de los intereses conjuntos.»

Akhbar Al Yaoum dice: «El PP vuelve a gobernar en Madrid. Derrota del partido de Zapatero el ??gran amigo?? de los marroquíes. En Marruecos, los responsables del reino alauita están acongojados al ver cómo el PP accede por la puerta grande al gobierno del país vecino. El temor de los marroquíes se entiende por la crispación que siempre ha marcado las relaciones con el mayor partido de la derecha en España en los asuntos más importantes, sobre todo en lo que se refiere a la unidad territorial del Reino y a su claro apoyo político y mediático a los separatistas del Sáhara; también por su acoso permanente contra Marruecos en temas sensibles como lo sucedido con el islote ??Laila?? (Perejil), en el que España y Marruecos estuvieron a punto de un enfrentamiento militar.

Por otro lado, las relaciones con el PSOE se calificaban de excelentes. La dura derrota de los socialistas españoles y la caída del ??gran amigo?? obliga a Marruecos a prepararse para una nueva etapa post-zapatero y a la convivencia con los nuevos gobernantes en España.»

L??Economiste recoge: «España. regreso triunfal del PP. El PP tomará las riendas de un país en un contexto muy complicado. Unas elecciones que han sido seguidas con gran interés desde Marruecos. Las relaciones con España bajo la tutela de este partido de derechas han estado normalmente marcadas por las tensiones diplomáticas? Hoy, el anuncio oficial de los comicios debería abrir una nueva etapa en las relaciones entre España y Marruecos? Por el momento Rajoy cultiva el misterio en cuanto a su postura hacia Marruecos, de la misma manera que lo hace con los asuntos candentes de la situación interna española?

¿Estaremos ante un retorno de relaciones conflictivas entre los dos vecinos como las que caracterizaron la época de Aznar? Lo que es paradójico es que las situaciones de tensión entre ambos países hayan sido con el partido de la derecha cuando es la izquierda la que recluta a los miles militantes favorables al Polisario. Habrá que esperar a la investidura del nuevo Presidente del Gobierno para conocer mejor su orientación en cuanto a las relaciones con Marruecos. Su campaña electoral no reveló nada en concreto en este asunto?. A ambos países les conviene evitar dar marcha atrás y centrarse en los logros que se han conseguido en las relaciones bilaterales durante el mandato del partido socialista?»

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