Los molinos de viento desatan la polémica en pueblos de Aragón

Cuando se enteraron de la cantidad de proyectos que se estaban presentando se dieron cuenta de que «más de media provincia de Teruel quedaría afectada por parques eólicos o fotovoltaicos». No están en contra de las energías renovables, pero sí sobre dejar «en manos de cuatro oligopolios un valor esencial como es la energía»- explicó Javier Oquendo, portavoz de la Plataforma por los Paisajes, en La Cafetera de Radiocable.com.

Oquendo insiste en que «no hay más camino que las renovables, pero las renovables tienen dos modelos: el de autoconsumo y distribuido, y el de macro proyectos. La plataforma de Oquendo apuesta por el primero, señalando que el modelo por el que se está optando, el de macro proyectos, «deja en manos de cuatro oligopolios un valor esencial como es la energía».

Las instituciones, dijo, «mayoritariamente» se colocan «de la mano de las empresas». Cuando, en su opinión, «deberían ser más cautos y mantener más distancia con las empresas». Porque, dijo, «no generan empleo y no ayudan a la despoblación: «Se dijo que así mantendremos escuelas abiertas, y al día siguiente salía la noticia de que en pueblos con bastante implantación eólica se cerraban escuelas». Y, «sin embargo se está apostando desde las instituciones demasiado por ellas»- dijo (entrevista a partir del minuto 38:50).

La alternativa que proponen es la del modelo de autoconsumo y distribuido y las denominadas comunidades energéticas. Según explicó Oquendo, consisten en que «un pueblo constituye una comunidad, genera su propia energía, hace sus inversiones, puede tener apoyos del Estado -en lugar de que los fondos europeos vayan a grandes empresas que vayan a estos pequeños ayuntamientos-, y el excedente se vierte a la red para sitios donde no pueden generarla, como las grandes ciudades». Lo que supondría, en su opinión, «una forma de empoderar» a la población de estos pequeños pueblos. Además, señaló que es un modelo que «ya está desarrollado» y que «ya hay pueblos en España que funcionan así con experiencias muy gratificantes». «Eso es por lo que apostamos»- afirmó.

«Cuando Europa está restringiendo la colocación de parques eólicos y se va más por la generación distribuida, en España vamos en el camino contrario»- criticó. Cuando, añadió: «Por algo será que los demás apuestan por unos determinados modelos».

Sobre la reacción de los habitantes de la zona, dijo, «se van concienciando poco a poco de que quizá eso no es lo que quieren para su territorio». Los ganaderos «se están dando cuenta de que les va a afectar a sus sistemas de trabajo» y el sector turístico «se dio cuenta muy rápidamente de que si está vendiendo turismo de naturaleza esto no tiene nada que ver». Por otra parte, también apuntó a que «hay mucha que calla, porque aquí estas empresas tienen la virtud de generar una situación de miedo».

La Cafetera, además, analizó las consecuencias del fin del estado de alarma en España. A nivel internacional, el programa puso el foco en las protestas de Colombia, la petición de referéndum de independencia de Nicola Sturgeon tras ganar las elecciones en Escocia y las protestas en Jerusalén que terminaron con decenas de heridos. En la agenda cafetera: crece la confianza de la ciudadanía hacia la Unión Europea. Y, en la sobremesa, debate sobre los actos de irresponsabilidad después del fin del estado de alarma.

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