Nevenka en la Sobremesa Cafetera: “Perdonar no es un regalo para otro, es un regalo para ti mismo”
Su historia de acoso y transformación, hace 25 años, convirtió a Nevenka Fernández, sin pedirlo, en un icono y una referencia de la reivindicación de derechos. Su denuncia por acoso sexual en el trabajo contra Ismael Álvarez en el Ayuntamiento de Ponferrada consiguió la primera condena a un político. Pero el coste personal fue enorme y la obligó a salir de España. Más de dos décadas después, un documental, una película y ahora un libro, «El poder de la verdad», escrito por ella misma, recuperan su figura y su versión de los hechos. En este episodio de la Sobremesa Cafetera, Nevenka visita el estudio del programa, en compañía de Ana Pastor y comparte como su experiencia, aunque dolorosa, la ha convertido en un faro de esperanza para muchos: «Los momentos difíciles son buenos maestros» Reivindica además la necesidad de no dejarse invadir por el odio o el rencor y aprender a perdonar.
La historia de Nevenka no solo es un testimonio personal, sino también un reflejo de una sociedad que ha evolucionado en su comprensión del acoso. En aquellos años, enfrentó la indiferencia e incluso la culpabilización por parte de muchos: «He tenido mucha suerte porque no tenía mucho con lo que defenderme, excepto la verdad. Este es uno de los motivos del título del libro y pienso que esa verdad consigue conectar con las personas que tienen ese espíritu bueno. Me quedé muy sola, pero no totalmente sola y y tuve la suerte pues de tener al lado personas que que tenían esa misma luz y que me quisieron ayudar y me ayudaron. Sin ellas no creo que yo hubiera podido sobrevivir». Y entre estos «hombres buenos» menciona al periodista Antonio García Ferreras y a su abogado Adolfo Barreda.
Finalmente Fernández habla de las lecciones que ha aprendido de lo vivido y del mensaje que se diría a sí misma: «He hecho ese ejercicio mentalmente para poder tener esa conversación no solo imaginaria con aquella niña jovencita que era Nevenka, ¿no? Y le he dicho muchas cosas. Le he dicho que entendía, que finalmente entendía lo que había ocurrido, que no debía sentirse más culpable, ni sentir vergüenza. Eso empieza a ocurrir más o menos a la altura cuando hago el documental. Empiezo por primera vez en muchos años a decir, «Sí, soy Nevenka.» sin tener miedo a a la reacción exterior». Y describe su necesidad entonces de reconciliarse con ella misma: «También ver las cosas que a lo mejor no te gustan de ti, ¿no? Y perdonarte. Y ese es un proceso largo con altibajos».
En este sentido advierte que perdonar «es una cosa muy importante. Yo creo que la más y es difícil hacerlo» puntualizando que en su caso además el acosador tampoco tuvo nunca ningún gesto de reconocimiento de la situación. Pero Nevenka Fernández insiste en la importancia de no dejarse llevar por el odio o el rencor: «Me he dado cuenta que perdonar no es un regalo para otro, es un regalo para ti mismo».





