El portal Commerce International destaca en un artículo de la corresponsal francesa Valerie Demon que el nuevo gobierno quiere que las legaciones diplomáticas apoyen activamente a las empresas españolas para incrementar la presencia y las ventas en el extranjero. Hablan de «una pequeña revolución» en el papel de los embajadores para que impulsen la «Marca España» como hacen los de Francia y Reino Unido.

La embajada de España en Washington
(Foto: Flickr/Dnotivol)

Commerce International apunta: «Es una pequeña revolución que acaba de lanzar el nuevo Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, del Partido Popular de derechas. Apenas un mes después de asumir el cargo, ha mantenido una reunión con una treinta de empresarios acompañado por el ministro de Industria, la ministra de Fomento y el Secretario de Estado de Comercio.»

Y recalcan: «El objetivo: reflexionar y discutir sobre los mejores medios para incrementar la presencia española en el extranjero. La idea básica se basa en usar las 130 embajadas españolas para apoyar y ayudar a las empresas en el extranjero, a imagen del papel que asumen las embajadas británica y francesa.»

«Hasta ahora, eran las oficinas comerciales (unas cien en total, repartidas por el mundo), dirigidas por un técnico y pertenecientes al Ministerio de Comercio, quienes se ocupaban de las empresas». Recogen la opinión de Julián López-Arena, director de relaciones internacionales del Consejo Superior de Cámaras de Comercio que cree que `las oficinas comerciales deben colaborar con los embajadores, cederles algo de poder, porque son los embajadores quienes tienen los medios para llegar a los políticos y los gobiernos´.» explican.

El artículo añade: «es por tanto un cambio de mentalidad y hábitos radical al que se va a someter a los embajadores, puesto que la idea es de ejercer de lobby. `Algunos embajadores ya trabajan en estrecha colaboración y coordinación con las oficinas comerciales, otros no quieren saber nada, y la mayoría se limita a su papel diplomático´, Lopez Arena. `Si somos capaces de atraer a los embajadores, las empresas tendrán mayores incentivos para venir al mercado´, dice.»

«La reciente concesión a España de la construcción del tren de alta velocidad a La Meca (6,7 millones de euros) -un trato que hubiera encantado a Francia- ha demostrado que la colaboración entre los sectores privados, cámaras de comercio, ayuntamientos e incluso el Rey de España es un buen ejemplo de la nueva dirección que el gobierno quiere tomar.» dice el texto.

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