España, a los 50 años de la muerte de Franco en 15 titulares de la prensa internacional

Cuando se cumple medio siglo del fallecimiento del dictador, numerosos medios de todo el globo están poniendo el foco en España, tanto por la conmemoración como por la transformación  y el cambio que ha dado el país en este tiempo. Y la sentencia es clara y elogiosa con comentarios como: «Es un lugar mucho mejor», «una transformación impresionante», «una gran historia de éxito», «la transición a la democracia más exitosa del mundo» o «se ha convertido en una de las sociedades más liberales del mundo». Aunque también hay muchos análisis sobre  estos 50 años que resaltan que la figura de Franco sigue «atormentando», «dividiendo». «confundiendo» o siendo «controvertido» en todo el país. Y en este sentido se subraya que España optó por un «pacto de silencio» y una transición muy rápida, sin hacer examen de conciencia, ni afrontar el pasado, ni cerrar heridas. Y el tercer punto que más se destaca es precisamente una de las consecuencias de estas decisiones: un repunte del apoyo a la dictadura y a la extrema derecha, especialmente entre las juventud española.

NOTICIA ACTUALIZADA: Así han visto también el New York Times, Le Monde, The Telegraph, Süddeutsche Zeitung y Al Jazeera a España, a los 50 años de la muerte e Franco

The Economist apunta: «Medio siglo después de la muerte de Franco, España es un sitio mucho mejor». La publicación británica rescata el testimonio de Nicolás Sartorius, preso en Carabanchel, en noviembre de 1975 que describe la sensación general de que «todo era posible» tras conocer la muerte del dictador. Pero apunta: «al principio no lo fue» y recuerda que Franco murió en su cama, sin que fuera derrotado su régimen y con un heredero que «bajo presión» renunció a sus poderes absolutos permitiendo que España se convirtiera en una democracia, con un estado de bienestar y uniéndose a la OTAN y la UE. Enfatiza que se transformó en un país europeo moderno, dando el salto al estatus de desarrollado y con una transición a la democracia «ampliamente admirada por hacerse sin conflicto, con las únicas excepciones del 23F y ETA». Pero señala que aunque el aniversario de la muerte de Franco es «un buen momento para subrayar lo mucho que ha cambiado España», advierte que ahora comparte muchos de los problemas que afectan al resto del continente.

 

Menciona el auge de la ultra derecha populista, las dudas sobre cómo gestionar la inmigración, la despoblación rural y la falta de vivienda. Añade que las instituciones democráticas españolas también muestran signos de declive y ha aumentado la desconexión de los españoles con sus políticos -y en este ámbito detalla la decepción con el bipartidismo y el auge de Vox-. Pero destaca que España también tiene muchas fortalezas, empezando por la economía «que es la envidia de Europa» y que es ahora mucho más sólida que la de principios del siglo XX. Considera que a pesar de los problemas, España es «un gran éxito» y la vida de la mayoría es buena, como demuestra que muchos extranjeros hayan elegido el país para vivir.

The Times enfatiza que «las tribulaciones de España no deberían oscurecer su impresionante transformación» desde la muerte de Franco. El diario británico sostiene en su editorial que el éxito de España 50 años después del dictador, es un «testamento a la democracia liberal». Señala que cuando Franco murió en su cama «no parecía inevitable la suave transformación hacia la nación próspera que España es hoy y su cambio sin sangre es una de las más asombrosas historias de éxito de la Europa moderna». Repasa los indicadores y estándares de vida del país en 1975 -señalando que «fueron artificialmente debilitados» por la dictadura- y la rapidez con la que España «floreció económicamente» hasta convertirse en la actualidad en un puntal económico. Apunta que los cambios sociales y económicos vividos también han tenido algunos costes como el desplome de la natalidad o problemas con la vivienda.
Señala asimismo el 1-O en Cataluña, la polarización política y los escándalos de corrupción que afectan al gobierno de Pedro Sánchez. Pero enfatiza que estas «tribulaciones» no deben oscurecer la «impresionante transformación tras su renacer democrático». Y subraya que la amplia mejoría de los estándares de vida y libertad cultural «sirve de testamento del poder sin igual de las normas democráticas liberales… y puede rebatir la fácil alternativa que promueven los movimientos populistas sobre lo útil que es tener un líder fuerte al cargo. España se libró del suyo hace 50 años y las ventajas hablan por si mismas».

Le Point: «Franco un fantasma que sigue atormentando a España 50 años después de su muerte». El semanario francés plantea que el Caudillo sigue siendo un «gran desconocido» y se hace eco del libro «Franco el tiempo y la leyenda» del historiador Stephane Michonneau que explica que fue en realidad «un gran manipulador». Asegura que hoy la figura del dictador «no es una maldición arrojada sobre España, sino mas bien un prisma a través del cual se lee la actualidad». Y en este sentido resalta que Vox le presenta como un baluarte contra el comunismo que encarnaría Podemos y defensor de la unidad nacional frente a los independentistas catalanes. Pero enfatiza que los españoles se han dividido sobre el sentido que quieren dar al 50º aniversario de la muerte del Caudillo y señala que Pedro Sánchez ha intentado aprovecharlo, centrando el foco en la defensa de la democracia, para oponerse a la derecha y extrema derecha y reforzar su frágil coalición de gobierno. Añade que es «como si los españoles se negaran a terminar con Franco a pesar de la indiferencia creciente entre las jóvenes generaciones.

Reuters advierte: «El repunte de la extrema derecha en España eleva el espectro de Franco a los 50 años de su muerte». La agencia británica resalta que el apoyo a Vox ha crecido en España reavivando la memoria del dictador y sacando brillo a su legado entre los españoles más jóvenes y desencantados. Apunta que esta situación se da incluso cuando el gobierno de izquierdas intenta, coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco, erradicar los símbolos del pasado fascista. Asegura que en la redes sociales proliferan ahora videos generados por IA en los que Franco habla de los «males modernos» junto con lecciones revisionistas y en las discotecas hasta se pincha remixes electrónicos de himnos franquistas. Subraya asimismo, la reciente encuesta del CIS en la que un 21,3% de los españoles calificaba la época de Franco como «buena» o «muy «buena» frente al 11,2% que lo hacía en el año 2000.
Apunta que los españoles están ampliamente divididos, siguiendo la línea ideológica entre izquierda y derecha,  sobre como gestionar el legado de la dictadura y sostiene que «la España democrática ha hecho muy poco examen de conciencia sobre su pasado» en comparación con países como Sudáfrica o Chile. Enfatiza que sigue habiendo un enfrentamiento de narrativas entre quienes defienden los logros de Franco y quienes recuerdan su represión y medidas. Y termina citando a Emilia Silva, de la ARMH, y la historiadora Carmina Gustran que señalan que España debería abandonar la idea de que simplemente enterrar el pasado basta para construir una democracia sana, porque no se puede cerrar una herida que no se ha curado.

The Guardian plantea: «Nostalgia peligrosa: ¿Ha dejado el pacto de silencio post-Franco a las nuevas generaciones abiertas a la extrema derecha?» El periódico británico detalla como ser enterrado hace seis años en el cementerio de Mingorrubio pudo sonar a «humillación» para Franco tras pasar décadas «reposando bajo una cruz de 150m como lápida y cuatro enormes arcángeles de bronce», pero enfatiza que «está buena compañía» explicando que también fueron  enterrados allí Carrero Blanco, Arias Navarro y Leonidas Trujillo, el dictador dominicano. Y subraya que medio siglo después de su muerte, su legado sigue «atormentando, dividiendo y confundiendo a la España del siglo XXI». Explica que el actual gobierno de izquierdas ha profundizado en las políticas de memoria para intentar resolver la cuestión del franquismo y diseñó los actos del 50 aniversario de la muerte del dictador para celebrar la transformación de España en un democracia europea moderna y para «recordar a los españoles, especialmente a los jóvenes, los peligros del fascismo».
Resalta, en este terreno, que encuestas recientes revelan que un 25% de los jóvenes entre 18 y 30 años aseguran que no les importaría vivir bajo un régimen autoritario y muchos expertos advierten de la ignorancia histórica de las nuevas generaciones sobre lo que fue la dictadura, ya que durante décadas era un periodo que apenas se abordaba en los colegios. Señala que buena parte de esta falta de conocimientos sobre Franco se debe al método que España usó para superar sus heridas abiertas tras la muerte de Franco, con la Ley de amnistía de 1977 y el «tácito contrato social conocido como pacto del silencio», para dejar el pasado atrás y superarlo lo más rápido posible.

Le Figaro pone de relieve: «`Hay cosas positivas y negativas´: la indulgencia de los jóvenes en España hacia el franquismo». El periódico francés destaca que cincuenta años después de la muerte de Franco, parte de la juventud española «tentada por el partido de extrema derecha, Vox» ve aspectos positivos en los 36 años de dictadura. Explica que han hablado con 36 alumnos de entre 14 y 17 años de un instituto de Valladolid para conocer su opinión sobre Franco y recoge que hubo diez testimonio en la línea de «el franquismo fue positivo porque hizo presas, aeropuertos o líneas de tren»; otros diez, mixtos: «fue negativo, porque hizo cosas muy malas, pero también positivo porque dejó la Seguridad Social y carreteras» y el resto fueron condenas en toda regla como: «fue la deshonra de España, alguien que se decía muy patriota pero no miró por el interés de la mitad de los españoles». Pero enfatiza que a pesar de estos últimos, «una parte nada desdeñable de los jóvenes se mostraba más bien indulgente hacia la brutal dictadura que impuso Franco entre 1936 y 1975″.

Der Standard asegura: «De Franco a Sánchez, la historia de éxito de España» y apunta que se ha «transformado en una de las sociedades más liberales del mundo». El diario alemán resalta que el dictador fascista murió el 20 de noviembre de 1975. Pero incluso medio siglo después, la memoria colectiva aún está lejos de alcanzarse. Recuerda los sucesos tras la muerte del dictador y menciona a Juan Carlos I de quien dice que «los escándalos que le obligaron a vivir exiliado en Abu Dhabi no deben eclipsar su papel crucial al inicio de la transformación del país en una de las sociedades más liberales del mundo». Apunta que la española fue «quizá la transición de una dictadura a una democracia más exitosa del mundo», aunque advierte que cincuenta años después «hay contrastes alarmantes». Señala que el país se ha polarizado y ha salido fortalecido Vox, el partido de extrema derecha. En este sentido enfatiza que no hay «una conmemoración conjunta», porque el PSOE no logró convencer al PP de celebrar el éxito colectivo con el lema «España, 50 años en libertad». Y en otro artículo titulado: «De Tiktok a Franco, influencers de derecha influyen en la juventud española» resalta también el creciente apoyo a las ideas de ultraderecha y al franquismo entre las nuevas generaciones de españoles.

Sud Ouest advierte que en España «la memoria de la dictadura es una guerra sin fin» y que «Franco es un muerto muy vivo». El diario francés detalla que se cumplen ahora los 50 años de la muerte de quien «rigió España con mano de hierro durante cuatro décadas» y considera que la transición a la democracia «no cerró las heridas de un pasado denigrado, mitificado y engorroso». Se fija en el mausoleo del Valle de los Caídos donde el dictador estuvo enterrado hasta 2019 y que se convirtió en centro de peregrinaje de nostálgicos del franquismo como «el símbolo de una batalla sin fin por la memoria». En otro artículo entrevista a Stéphane Michonneau, autor de un libro que analiza las trazas ha dejado Franco en la sociedad española enfatizando que es un asunto sigue siendo objeto de debate en España. Y resalta sus palabras apuntando que en España, «Franco es un muerto muy vivo».

Marianne titula: «`A veces me pregunto si realmente murió´: en España, 50 años después, Franco sigue ocupando los espíritus». El semanario francés pone de relieve que «desde el parlamento a las aulas, de las calles madrileñas a las aldeas asturianas, la figura de Franco sigue siendo un punto de ruptura mayúsculo en España». Enfatiza que aunque hayan pasado 50 años de la muerte del dictador, al país le sigue costando mirar su historia de frente porque la sombra del dictador sigue dividiendo a una España que no ha sabido reconciliarse con su pasado. Y como símbolo de esta situación detalla el caso concreto de la bisnieta de un fusilado pro el franquismo en la localidad de Tirana que sigue peleando para que el recuerdo de estas víctimas no se olvide y que asegura que «a veces me pregunto si Franco murió de verdad, porque le veo en las instituciones, en la calle, en los discursos de odio de la extrema derecha y en todos los lugares donde aún hay fosas comunes».

RTS señala: «50 años después de su muerte, el culto al dictador perdura». La TV suiza explica que este 20 de noviembre de 2025 se conmemoran los 50 años de la muerte de Franco, pero subraya que «este tiempo no ha traído la paz al país y el Caudillo siguen siendo fuente de controversia». Recuerda que Francisco Franco fue responsable de «un régimen brutal» que causó decenas de miles de víctimas en la Guerra Civil y posteriormente ejecutó a opositores. Pero resalta que «aun existen voces que ven al dictador de forma positiva» y menciona la encuesta del CIS en la que uno de cada cinco encuestados tiene una opinión «buena» o «muy buena» del franquismo. Destaca que todavía existen además grupos que glorifican abiertamente al dictador y han mantenido el culto a su figura. Considera en este sentido que el gobierno español ha «tardado en tomar medidas» al respecto y menciona la controversia sobre el lugar de enterramiento de Franco como un ejemplo.

ACTUALIZACIÓN:

El New York Times subraya: «»Franco murió hace 50 años, pero sigue ganando nuevos fans en España». El diario estadounidense explica cómo desde la desaparición del dictador, su legado ha sido «ferozmente contestado» por la izquierda y la derecha y lejos de irse desvaneciendo «el debate se ha vuelto a intensificar recientemente porque «jóvenes conservadores, muchos de los cuales votan al partido de extrema derecha Vox, se han unido a las peticiones de rehabilitar la imagen de Franco. Y pone de relieve que el gobierno de izquierdas ha desplegado un gran esfuerzo, con una campaña institucional, apps, comics o camisetas, para promover la libertad y combatir esta idealización.

The Telegraph asegura que «la cultura de guerra en España estira el fantasma de Franco durante 50 años». El periódico británico apunta que aunque haya pasado medio siglo desde su muerte, «una amargura creciente sobre el legado de la guerra civil hace que socialista y conservadores se salten a la yugular. Señala que los «polarizados» líderes políticos españoles siguen peleándose en torno al franquismo y recoge como ejemplo, la batalla entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso por la decisión del gobierno central de colocar una placa en la sede de la Comunidad de Madrid recordando que a las víctimas que fueron torturadas en sus sótanos durante el franquismo. Enfatiza que España intentó «pasar por alto» los crímenes de la dictadura para hacer una suave transición a la democracia, pero el actual gobierno de izquierda «declaró la guerra al incómodo silencio» sobre el franquismo coincidiendo con el auge del partido de extrema derecha Vox, «que ha expresado su admiración por Franco».

Süddeutsche Zeitung señala: «El intento de España de olvidar la dictadura de Franco ahora se vuelve en su contra». El rotativo alemán recuerda que el dictador fascista murió en noviembre de 1975 y España se embarcó entonces en una era moderna sin afrontar las atrocidades de su pasado. Enfatiza que esta estrategia funcionó durante mucho tiempo, pero ahora «podría tener consecuencias negativas». Destaca que en la actualidad una quinta parte de la población española siente simpatía por la época de la dictadura y la nostalgia por Franco está particularmente extendida entre los jóvenes, y especialmente entre los hombres.

Le Monde enfatiza: «La memoria de Franco sigue dividiendo a España 50 años después de su muerte». El diario francés explica que las ceremonias previstas para el aniversario de la desaparición del dictador han revelado «fracturas persistentes» en la sociedad española, en un clima cada vez más polarizado, en el que el debate sobre la herencia del franquismo continúa atravesado, alimentado por las polémicas políticas. Subraya que ha sido imposible realizar una conmemoración común por el aniversario de la muerte de Franco, porque el lema «España. 50 años de libertad» fue boicoteado por la oposición conservadora del PP y la extrema derecha de Vox acusando a Pedro Sánchez de querer desviar la atención de sus escándalos de corrupción. Añade que incluso Sumar, Podemos e Izquierda Unida han criticado algunos de los actos previstos como el reconocimiento a la monarquía parlamentaria.

Al Jazeera señala: «Amnesia, nostalgia, curación: España lucha con el legado de Franco». La TV qatarí apunta que ya han pasado 50 años desde el fin de la dictadura tras la muerte de Franco, pero en la actualidad hay gente que vuelve a valorar su régimen. Pone el foco en las exhumaciones de desaparecidos recordando que el Caudillo mantuvo una brutal represión hacia sus rivales y sus familias «diseñada para silenciar e intimidar cualquier oposición» y se estima que ejecutó a entre 130.000 y 200.000 personas. Subraya que en el medio siglo desde la muerte de Franco, las exhumaciones han sido lentas y complicadas por retos logísticos, financieros y legales y aún quedan 6.000 fosas comunes. Apunta que en el 50 aniversario se está recordando a las víctimas y aumentando los esfuerzos para encontrar restos, pero advierte que esto coincide con el mantenido auge del partido de extrema derecha Vox y con una «nostalgia hacia los ideales del franquismo entre los jóvenes que no lo vivieron».

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