La recuperación de la propiedad por parte del estado español y la salida de la familia del dictador del palacio de veraneo que han disfrutado desde el fin de la Guerra Civil son noticia en numerosos medios internacionales. Se pone de relieve que los herederos de Franco han sido obligados por una sentencia judicial a desalojar el Pazo de Meirás que dictaminó, casi ocho décadas después de producirse la operación, que la venta fue ilegal y que pertenece al Patrimonio Nacional. Se apunta que la entrega y desalojo de la propiedad pone fin a la larga batalla judicial y es una victoria simbólica para el gobierno socialista. Y la prensa global resalta también que el inventario ha revelado la gran cantidad de obras de arte que contenía la residencia de verano -una radio de EEUU incluso la compara con la «cueva de los tesoros de Aladin»- y que los Franco disfrutaron incluso después de la muerte del dictador hace 45 años.

NPR destaca que España desaloja a los herederos de Franco del palacio de veraneo del dictador. La radio estadounidense recuerda en un reportaje de Colin Dwyer que han pasado más de 8 décadas desde que Franco tomara posesión del Pazo de Meirás durante la Guerra Civil que sirvió desde entonces de «opulenta residencia de verano» al dictador y a su familia que la siguió disfrutando incluso tras su muerte hace 45 años. Pero enfatiza que desde este 10 de diciembre «ya no» porque el gobierno español ha desalojado formalmente a los herederos de Franco del palacio con una sencilla ceremonia que pone fin a las dura batalla legal para expropiar la propiedad. Habla de «triunfo simbólico» para el gobierno de izquierdas español y recoge la reacción de Carmen Calvo, aunque menciona que la ARMH ha reclamado que el desalojo del Pazo de Meirás no termine sin un proceso judicial por su ocupación ilegal.

The Politico subraya que los descendientes del dictador «entregan» el Pazo de Meirás. El digital de EEUU apunta, en un artículo que firma David M Herszenhorn, que la larga batalla legal ha terminado tras la renuncia de los herederos de Francisco Franco a la que fue su residencia de verano durante 66 años. Recuerda el fallo judicial de septiembre que ordenada a los Franco devolver la propiedad por haber sido entregado al dictador como jefe del estado y no a titulo personal y recoge la reacción de su nieto, Francis Franco, calificando de «circo con payasos» la entrega. Pero cita también al alcalde de Sada que defiende que el Pazo fue un «claro ejemplo del pillaje producido en el franquismo y un eurodiputado del BNG que resalta que el juicio demostró que la propiedad había sido robada y su devolución es un «mensaje contra los neo-fascistas en Europa».

France Info apunta que en España los descendientes de Franco son obligados por la justicia a salir de su palacio. La emisora francesa resalta que el Pazo de Meirás «edificio histórico repleto de obras de arte» se convirtió en propiedad del dictador en 1941 «gracias a un truco de prestidigitación». Pero en septiembre, un tribunal invalidó la venta y ha ordenado a los descendientes de Franco que restituyan la propiedad al Estado. Y resalta que en el inventario del lugar ordenado por la Justicia para evitar «un segundo expolio» figuran 700 objetos de arte, 13.000 libros «algunas estatuas desmontadas de iglesias y catedrales para complacer a Franco y su esposa». Añade que después de que este patrimonio fuera disfrutado durante 70 años por los Franco «ahora vuelve al conjunto de los españoles».

Voice of America destaca que España expropia el palacio de verano de Franco que era como «la cueva de los tesoros de Aladin». La radio estadounidense explica, en una crónica de Graham Keeley, que el Pazo de Meirás fue la propiedad en Galicia en la que el ex dictador español pasaba los veranos. Y la compara con «la cueva de los tesoros de Aladin» porque tenía esculturas del siglo XII, pinturas de Zuloaga o tapices reales entre los cientos de objetos que sus herederos siguieron disfrutando tras su muerte en 1975. Pero enfatiza que esto «terminó abruptamente» tras ordenar un juez a la familia Franco que devolviera las llaves de la propiedad al estado poniendo fin a la larga batalla legal con el gobierno de izquierdas español. Considera que la recuperación del Pazo de Meirás para el patrimonio público simboliza una victoria del ejecutivo socialista que ha convertido en una prioridad deshacerse de los vestigios del franquismo.

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