El fallecimiento del primer presidente democrático en España tras el franquismo es amplísimamente recogido por medios de todo el planeta. Se destaca la figura de Suárez como clave en la historia de la España moderna por su manejo de la transición a la democracia, pero también que luego no fue capaz de adaptarse al nuevo entorno político. Esta son algunas de las mejores frases que grandes cabeceras de la prensa extranjera le han dedicado a Adolfo Suárez

New York Times destaca que lideró a España de vuelta a la democracia. La crónica de Raphael Minder dice: «Adolfo Suárez lideró a una nueva generación de políticos españoles que llenaron el vacío de poder dejado por la muerte del general Francisco Franco a finales de 1975.Su ingeniería con la ola de conciliación política y una transición suave hacia  elecciones democráticas fueron los mayores logros de su jefatura de gobierno. Después de eso, ésta estuvo plagada en gran parte de tensiones dentro de su propio partido y remodelaciones de gabinete.»»

Wall Street Journal resalta que rompió suavemente con el franquismo. El obituario de Ilan Brat y Christopher Bjork apunta: «Un político puro, rompió suavemente con el partido de Franco y trabajó con el rey Juan Carlos, que había sucedido al general como jefe de Estado, para guiar al país a través de un período de convulsión económica y social que estableció las bases para una transición pacífica a la democracia.»

Le Monde le describe como el artesano de la transición y un anticomunista inteligente. El texto de Sandrine Morel apunta: «Enfermo de Alzheimer no recordaba quien había sido. Los españoles, que ello no le han olvidado, han seguido con emoción los últimos momentos de uno de los padres de la democracia, símbolo de la reconciliación entre las dos España y cantor del consenso político. Cuando legalizó el partido comunista, su presidente, Santiago Carrillo le definió como «un anticomunista inteligente.»

Washington Post dice que fue un hábil y decidido gestor de crisis, pero no del día a día. «Mientras estuvo en el cargo, Suárez sorprendió a sus críticos y se enfrentó al ejército y la iglesia con la legalización de los partidos políticos y los sindicatos, y pidiendo una amnistía para los delitos políticos. Suárez ha sido considerado como un hábil y decidido gestor de crisis durante la transición, pero resultó ser menos éxitoso en organizar el día a día.»

Financial Times señala que sustituyó el estilo polítcio grandilocuente y amenazante de Franco con una disposición a escuchar. Afirma: «Demostró ser particularmente hábil para desmantelar los aspectos clave del aparato franquista, en el que él mismo ascendió en el inicio de su carrera. Y fue él quien ofreció, para disgusto de muchos en el Antiguo Régimen, derechos políticos completos al partido comunista. Con su administración se vió la introducción de un nuevo estilo de hacer política, que sustituyó el estilo grandilocuente y amenazante del franquismo con una nueva disposición a escuchar.»

The Guardian subraya que evitó el baño de sangre pero no fue capaz de prosperar en el nuevo entrono político. El obituario que firma Paul Preston señala: «Muchos esperaban un baño de sangre y sólo unos pocos albergaban esperanzas de que el paso a la democracia podría ser gestionado mediante negociación entre los partidarios más liberales de la dictadura y los miembros más moderados de la oposición. Suárez dirigió y aseguró esa transición como el primer ministro elegido en España después de Franco, pero no fue capaz de prosperar en el nuevo entorno político.»

The Daily Telegraph explica que fue un aliado de Franco que aseguró una transición a la democracia sin derramamiento de sangre. Su obituario resalta: «Adolfo Suárez, que ha muerto a los 81 años, pilotó la transición sin derramamiento de sangre de España de la dictadura a la democracia durante un periodo de cuatro años y medio años que desarmó a los liberales tanto como alarmó a los conservadores.»

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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