«Gran Bretaña para los británicos». Este sentimiento nacionalista que impera en el Reino Unido desde el triunfo del Brexit está llegando también al ámbito  empresarial y la compañía española Iberdrola es una de las primeras afectadas. Su decisión de conceder, a través de su filial Scottish Power, un contrato de 150 millones de libras (120 millones de euros) a la española Navantia para construir 34 estructuras de acero para aerogeneradores está siendo contestada, según destacan tabloides como el Daily Mail, por políticos y una empresa de Newcastle, que aspiraba al contrato.

Las estructuras para aerogeneradores son para un parque eólico marino que se va a construir en East Anglia y que está subvencionado por el gobierno británico. Esto ha provocado que OGN Group, que confiaba en lograr el contrato de construcción para garantizarse la inversión y 2.000 puestos de trabajo, cuestione la adjudicación y esté pidiendo al ejecutivo de Theresa May que cumpla su promesa de ayudar a las empresas británicas. Y una parlamentaria laborista británica ha asegurado que no se debería dar dinero de contribuyentes británicos a compañías extranjeras si no conlleva beneficios materiales para el Reino Unido.

Es la segunda vez en este año, que una empresa española es señalada por políticos y trabajadores británicos por lograr un contrato al que aspiraban empresas locales. Aunque el caso de CAF, que sufrió n enero las iras de los sindicatos tras adjudicarse un contrato de 740 millones de euros para suministrar 281 trenes para renovar la flota en el norte de Reino Unido, tuvo lugar antes del Brexit.

El Daily Mail titula su noticia «España se hace con un contrato de 150 millones de libras para construir partes de acero para un parque eólico financiado con dinero de contribuyentes británicos» y enfatiza que la adjudicación de Iberdrola a Navantia -que recuerda está respaldada por el Estado español- ha provocado «indignación». Añade que la decisión «vuela en la cara» de la estrategia del gobierno de May de apoyar puestos de trabajo para británicos,  y apunta que ha provocado una crisis en OGN Group, la firma de Newcastle que confiaba en lograr el contrato y los 2.000 empleos.

El artículo destaca que la empresa ha pedido al gobierno que cumpla su promesa de apoyar. Y se añade que Mary Glindon, una parlamentaria laborista de la zona también ha intervenido en la polémica asegurando que si el gobierno quiere asegurarse de que los puestos de trabajo se queden en Reino Unido debe adoptar una línea más estricta con estas compañías y no darles «dinero de los contribuyentes» si no dejan beneficios materiales en el país.» Recoge en cualquier caso, la reacción de Iberdrola, a través de Scottish Power, que explica que el contrato se adjudicó en un concurso abierto en el que Navantia fue la oferta más competitiva a nivel técnico y económico. Añadiendo: «No es posible dar contratos a todas las empresas británicas, especialmente si su puja no es competitiva.»

The Daily Mail es un tabloide británico que existe desde 1896 y que es el segundo más vendido de Reino Unido. Pertenece a The Daily Mail and General Trust que controla el 4º vizconde de Rothermere, bisnieto de uno de los fundadores. Es de tendencia conservadora y su circulación en marzo de 2016 era de 2.105.365 ejemplares, mientras que su página web tiene más de 100 millones de visitantes únicos al mes.

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