El debate de investidura de Mariano Rajoy es ampliamente destacado por la prensa extranjera. Recogen que el nuevo presidente español al fin ha desvelado su plan de austeridad y que recortará el gasto público en 16.500 millones. Aunque varios medios apuntan que no ha explicado donde meterá la tijera. Para unos Rajoy ha «arremetido contra el deficit» y hará un presupuesto «severo». Otros hablan de «dolorosas remedios de caballo» y que España «ya rechina los dientes».

 

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[La investidura en Euronews]

El New York Times asegura en un articulo de Raphael Minder: «El nuevo primer ministro promete arreglar la economía de España. Mariano Rajoy se ha comprometido a reducir el tamaño del sector público del país, limpiar sus bancos en problemas e introducir exenciones del impuesto de sociedades para mantener bajo el déficit presupuestario y reactivar la inversión.

El señor Rajoy no dijo específicamente cómo planea recortar 16.500 millones de euros del presupuesto de 2012, el monto estimado que debe recortar para mantener su déficit presupuestario en un 6% del producto interno bruto, el límite máximo establecido por el acuerdo entre el gobierno anterior y la Unión Europea. La mayoría de los economistas consideran que será imposible para España para cumplir la meta del 6% este año.»

El Wall Street Journal titula: «Rajoy arremete contra el déficit. El primer ministro electo de España prometió el lunes una acción rápida para reducir el altísimo déficit presupuestario del país por lo menos en 16.500 millones de euros el año próximo y para reformar una economía en crisis que se inclina hacia la recesión, advirtió».

El artículo es de Jonathan House y David Roman y también asegura: » Montado sobre la aplastante victoria de los conservadores en las elecciones regionales de mayo, ha hecho del señor Rajoy uno de los líderes más poderosos en España desde la transición del país a la democracia hace 30 años… Los analistas dicen que la mayoría de los jefes de gobierno europeos en la actualidad provienen de partidos conservadores, al igual que el señor Rajoy, y agregan que esta afinidad ideológica da a Rajoy credibilidad ante sus  ojos».

El Daily Telegraph apunta en una crónica de Ambrose Evans-Pritchard: «España ya rechina los dientes al incrementarse la austeridad. El nuevo primer ministro de España Mariano Rajoy ha lanzado una nueva batería de austeridad fiscal en su toma de posesión, al describir el panorama nacional como «desolador» y su tarea como la de un padre que debe alimentar cuatro bocas hambrientas con una ración de pan para dos. El líder conservador se comprometió a luchar contra la maldición española del desempleo sacudiendo el mercado laboral.»

The Guardian destaca: «El nuevo primer ministro de España, Mariano Rajoy, se compromete a recortar el gasto público en al menos 16.500 millones de euros y dice que va a obligar a los bancos del país a poseer un fondo para compensar las pérdidas en malos préstamos de propiedades. Los economistas han advertido que los recortes van a dañar las perspectivas de un retorno inmediato a un crecimiento en un país ya agobiado por el desempleo masivo, mientras que a las ambiciosas reformas del mercado laboral y del sector financiero les llevará un tiempo producir resultados.

Pero Rajoy hablando ante el Parlamente aseguró que España no tenía más remedio que aceptar la austeridad y cumplir con los objetivos de déficit fijados por la UE. Rajoy no especificó cuales serán los recortes de gastos, pero dijo que la contratación de servicios civiles sería congelada. También propuso una reducción drástica en el número de empresas estatales, organismos paraestatales y otras entidades.

Le Monde recoge: «Rajoy anuncia un presupuesto severo. El futuro jefe del gobierno español de derechas,  intentó este lunes 19 de diciembre tranquilizar a los mercados al revelar el esbozo de su plan de austeridad, incluyendo un nuevo recorte del presupuesto de 16.500 millones de euros en 2012 en un país amenazado por la recesión y golpeado por desempleo récord. La Bolsa de Madrid pareció reaccionar bien a los anuncios de Mariano Rajoy, subiendo un 1,64% después de las 13h.» Y de sus propuestas destacan la ley de estabilidad presupuestaria, terminar de sanear el sistema financiero y la reforma laboral.

Le Figaro explica: «El futuro jefe del gobierno español de derecha, Mariano Rajoy, anunció este lunes las líneas generales de su programa de austeridad, incluyendo un recorte presupuestario de 16,5 millones de euros en 2012, y aprobar un paquete inicial de medidas de emergencia el 30 de diciembre.» Y destacan que del discurso de Rajoy se desprende que el deficit español podría superar el 6%.

La Croix considera que: «Rajoy hace a España tomar el camino de la austeridad. Prevé un recorte de al menos 16.500 millones del presupuesto para 2012 y una reestructuración del mercado de trabajo. Desde las elecciones parlamentarias del 20 de noviembre, ganadas por el Partido Popula, su líder, Mariano Rajoy, había elegido el silencio absoluto. Su discurso inaugural era por ello muy esperado. Si no ha ocultado la realidad de la situación económica y la necesidad del sacrificio, el que será investido presidente del gobierno prefirió evitar el tono de la catástrofe, haciendo hincapié en el poder de España para hacer frente a estas años difíciles.»

Les Echos dice: «Rajoy desvela sus medidas contra la crisis. El futuro jefe del gobierno promete recortes presupuestarios profundos pero anuncia medidas fiscales en apoyo de las empresas. En su discurso de investidura ante el nuevo Parlamento de centro-derecha, Mariano Rajoy dijo que sus prioridades eran la estabilidad fiscal, la consolidación del sector bancario y continuación de las reformas económicas estructurales que afectan especialmente al mercado de trabajo.»

The Irish Times destaca: «Un Rajoy con cara de poker recibe una dificil mano. Mariano Rajoy es el epítome de un enigma envuelto en un puzzle. Ha llevado al PP de vuelta al poder con la mayoría absoluta más grande de la que ha gozado ningún líder español desde la aplastante e histórica victoria de Felipe González del PSOE en 1982. Instalado como nuevo primer ministro de España, nadie, ni siquiera sus propios colegas de alto nivel, están seguros de en que posición tiene exactamente sobre casi ninguna cosa.

Algunos piensan – y otros temen – que gobernará con dureza, llevado por la derecha ideológica, al igual que su predecesor y mentor José María Aznar. Otros piensan que tratará de curar las profundas heridas económicas de España, y sus batallas de larga duración sobre la identidad nacional, como corresponde a un centrista de consenso… En su discurso de investidura, Rajoy se comprometió a «crear empleo» y «restaurar la posición de España en el mundo». Estos son objetivos admirables. Pero sigue siendo un misterio exactamente la forma en la que piensa conseguirlo.»

La Tribune de Geneve habla de «Remedios de caballo para curar a España. El futuro primer ministro Mariano Rajoy ha desvelado su plan de austeridad: recortes y reformas a paso ligero. Va a ser doloroso. Ayer, el futuro primer ministro conservador anunció el esquema de su plan de austeridad, se supone que para tranquilizar a los mercados y sacar al final al país de la crisis. El programa incluye recortes por valor de 16,5 millones de euros en el gasto de la administración pública.

ACTUALIZACI?N:

Frankfurter Allgemeine Zeitung titula el artículo de opinión de Leo Wieland: ??Mensaje. Puesto que no hay nada que disimular de la miseria económica española, el presidente del gobierno designado Rajoy resistió la tentación en su primera intervención ante el Parlamento. Apuesta por dolorosas reformas estructurales, disciplina presupuestaria y ??buen gobierno?.  El experimentado político Rajoy tenía para España, y para los demás europeos, un mensaje doble: Podemos conseguirlo y vamos a jugar ateniéndonos a las reglas. El futuro jefe de gobierno, que en lo referente a las deudas y al euro prometió no ser parte de los problemas, sino de la solución, quiere encontrarse con sus vecinos de igual a igual. En España, país que se encuentra aún ante un año malo, con más desempleo y poco crecimiento, serán inevitables las pruebas de fuerza y los conflictos sociales. Pero Rajoy ha obtenido para ello un fuerte mandato del electorado.

Süddeutsche Zeitung habla en la crónica de Javier Cáceres de «el decepcionante comienzo de Rajoy. Prácticamente no se podía imaginar una mayor altura de caída: Durante meses, el jefe de gobierno designado en España, Mariano Rajoy, no ha querido dar prácticamente ningún indicio concreto sobre cómo pretendía sanear el país. Por miedo a poder espantar posibles votantes. Finalmente, el 20 de noviembre el país le manifestó su confianza. Pero a partir de entonces el conservador se sumergió aún más, caviló a puerta cerrada durante cuatro semanas y no estuvo a disposición de la opinión pública para ser consultado. Una y otra vez remitió al lunes, día en que quería presentarle al Parlamento su nuevo programa de gobierno.

Pero cuando abandonó el púlpito después de aproximadamente 80 minutos, muchas preguntas quedaron sin respuesta. Sobre todo una: cómo pretende llevar a cabo la cuadratura del círculo. Eso es precisamente lo que se propone, nada menos. Quiere impulsar la economía y crear empleo, cumplir a su vez las directivas de los socios europeos (y de Berlín) y, por lo tanto, reducir fuertemente el déficit. Por motivos comprensibles, los españoles están acuciantemente interesados en saber cómo va a efectuarse esto último ?? pero Rajoy prefirió mantenerse en lo aproximativo. Aún le faltan las cifras concretas, dijo, para disponer de una clara visión de conjunto y, con ello, de la base para unos cálculos más exactos.

Esta excusa ya no se la cree nadie. Los españoles saben que van a tener que hacer sacrificios; se merecen que se les diga cómo van a ser. A pesar de su holgada mayoría absoluta, Rajoy no se ha atrevido a pronunciar lo que le viene encima a su país en los próximos meses. En lugar de ello opta por la táctica de la dosificación. Rajoy ha dejado pasar una ocasión.»

Die Welt habla en un texto de Ute Müller de «Ahorrar a la española. El programa radical de gobierno del presidente Rajoy está llamado a impresionar sobre todo a Merkel. El gobierno tacha días festivos e impone un cese de contratación en el servicio público. Rajoy aplica el lápiz rojo en todas partes ?? salvo en las pensiones. Rajoy leyó de sus notas su discurso de hora y media, interrumpido únicamente por los atronadores aplausos de sus amigos de partido. Lo que resultó inequívoco fue su esfuerzo por emitir una señal a los socios de la UE. La principal destinataria fue seguramente la canciller federal. Para Rajoy, la relación con Angela Merkel es una cuestión de primer orden. Necesita su apoyo para impedir que también España sea gestionada en breve por una troika internacional. Ya en la campaña electoral galanteó a la canciller para obtener su favor: España debe convertirse en la Alemania del sur de Europa, dijo Rajoy, quien prometió la pronta inclusión de un tope de deuda en la Constitución.

Financial Times Deutschland recoge: «Mariano Rajoy, futuro jefe de gobierno: ??Las perspectivas para el futuro no pueden ser más oscuras??. Con sus palabras de advertencia, Rajoy marca el tono para los próximos años de gobierno. Pero ayer no se llegó a dar el gran golpe, por lo menos por ahora. Rajoy sólo presentó fragmentos de su programa.

Financial Times asegura en una crónica de Victor Mallet ??Rajoy revela un programa de austeridad y rápidas reformas. El nuevo jede del Ejecutivo promete estabilidad presupuestaria, limpieza bancaria y cambios en la legislación laboral. Rajoy, que se convertirá en el sexto presidente de la democracia española post-Franco, dijo que su gobierno tiene tres objetivos principales: estabilidad presupuestaria, limpieza del sector financiero y reforma estructural ??ante todo del mercado laboral- para hacer que la economía sea más flexible y competitiva. El futuro jefe del Ejecutivo dijo que se puede reducir el gasto en todas las áreas, salvo en las pensiones, que serán elevadas según sea la inflación. Se congelará la mayor parte de las contrataciones en el sector público y se reducirá y reestructurará el número de empresas públicas.

Rajoy confirmó que una de sus prioridades será limpiar los balances de los bancos obligándoles a reconocer las ??pérdidas latentes u ocultas? en sus libros tras el estallido de la burbuja inmobiliaria del país. Dio pocos detalles sobre las reformas bancarias, aunque habló de la necesidad de ??más fusiones? y cambios en las regulación y supervisión del Banco de España. Añadió que desea que el proceso esté completado en los seis primeros meses del año venidero.

Il Foglio subraya en un editorial: ??El Rajoy de siempre: no ofrece detalles contra la crisis. Aunque ha indicado como objetivo prioritario la disminución de desempleo y el crecimiento económico, y ha pedido al BCE que funcione como prestador de última instancia, Rajoy por ahora ha expuesto a lo sumo un programa de recortes. Sólo las pensiones, que habían sido congeladas por Zapatero, escapan al hachazo. Según los socialistas, Rajoy ha estado una vez más vago, como en la campaña electoral, limitándose a trazar líneas-guía desprovistas de números. El discurso de Rajoy no ha entusiasmado ni siquiera a quienes esperaban que en España el recurso a los comicios y el injerto del sistema de la alternancia hiciesen prevalecer la política sobre la tecnocracia.

La Stampa asegura: «Rajoy opta por el hachazo a medias. nuevo presidente de centro-derecha: ??Se necesitan recortes por 16.500 millones. Después de su discurso, el spread respecto a los Bund decenales, que era de 350 puntos base, ha bajado a 330. Sin embargo, los partidos de la oposición han considerado ??ambiguo? el programa del futuro presidente, el cual ha afirmado que el reajuste de 16.500 millones lo impone el compromiso asumido ante la UE de reducir al 4,4% del PIB el déficit en 2012. Sin embargo, en España todos creen que el déficit será mayor. Y entonces llegarán los impuestos. Pero después de Navidad.»

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