The Guardian y el diario judío de Nueva York, The Algemeiner, coinciden en publicar artículos poniendo en duda los motivos del gobierno español para permitir la nacionalización de los descendientes de judíos sefardíes expulsados en el siglo XV. Señalan que hay sospechas de que España persigue atraer inmigrantes con recursos que den un impulso económico al país que sigue luchando por salir de la crisis. Y critican también algunos de los requisitos para obtener la ciudadanía.

The Guardian se pregunta si la ley de nacionalización es un intento de abrazar de nuevo la diversidad o de atraer inversiones ahora que la economía está en dificultades. Su artículo se titula: «Economic boost? Sephardic Jews contemplate a return to Spain» y apunta que el plan del gobierno español de recibir de nuevo a los descendientes de los ciudadanos expulsados hace 500 años provoca dudas de si su motivación tiene que ver con hacer las paces con el pasado o con oportunismo económico para atraer inversores. Señala que los candidatos que puedan optar a la ciudadanía española probablemente sean gente de recursos, ingeniosos y emprendedores.

 

El texto recuerda Argentina, México o Egipto buscaron inmigrantes judíos para ayudar a impulsar sus economías en distintas épocas. Añade que recientemente, las ciudades españolas han hecho un gran esfuerzo para atraer turistas judíos sefardíes interesados en revisitar su pasado y que puede no ser una coincidencia que esta iniciativa se produzca justo cuando España podría beneficiarse al máximo de inmigrantes con capital de inversión.

The Algemeiner alerta de un «trampa española» para judíos. Su noticia «Don’t Fall Into Spain’s Jew Trap»señala que el nuevo proyecto de ley presenta características dudosas, incluso peligrosas. Considera que el Gobierno español no busca enmendar las injusticias históricas y los crímenes contra los judíos sefardíes, sino busca construir una opinión favorable entre el judaísmo internacional. Y ve además un  objetivo práctico: atraer a nuevos inmigrantes con altos ingresos y  recursos a una nación golpeada por la crisis económica. Critica especialmente para obtener la nacionalidad los descendientes de judíos askenazis tengan que pasar un examen de español. Defiende que si la ley busca una restitución histórica no debería establecer requisitos. Y asegura que la reparación española es un «regalo envenenado» que no trata justamente a los judíos sefardíes.

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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