Le Monde, Der Spiegel y De Volkskrant coinciden en publicar analisis de la situación de destacados medios de comunicación españoles y la libertad de prensa en el país. Recogen las acusaciones de presiones políticas en el relevo de los directores de El País, El Mundo y La Vanguardia y también el debilitamiento general de la industria por la crisis.  Y apuntan, que segun un estudio, la independencia y la libertad de prensa en España se encuentra en su nivel más bajo.

Le Monde apunta que la prensa española, debilitada por la crisis, cambia sus dirigentes. La crónica de Sandrine Morel señala: «¿Presiones político-financieras o sencilla remodelación de los equipos para luchar mejor contra la crisis? La prensa española vive un gran cambio desde hace algunos meses, con la destitución de los directores de tres de los principales diarios generalistas, El País, El Mundo y La Vanguardia. Desde 2007, la situación de la prensa se ha deteriorado en España. Los ingresos publicitarios disminuyeron un 56%, según el observatorio de la prensa diaria. Y las ventas siguieron.

 

Oficialmente , la sucesión en El País se decidió para `profundizar la digitalización del periódico y su expansión internacional y afrontar el desafío generacional de los nuevos lectores´, según Juan Luis Cebrián. Pero un correo electrónico que resume el proyecto para el periódico, escrito por Antonio Caño y erróneamente enviado a cincuenta colaboradores en febrero, hace temer un motivo político. En ese email, Caño defendió la necesidad de `abrirse a nuevas mayorías´, una fórmula interpretada como un desafío a la orientación de centro-izquierda del diario.»

De Volkskrant habla de presión sobre la independencia de la prensa española y que Madrid estaría detrás del despido de periodistas críticos. El artículo de Steven Adolf asegura: «Con una serie de despidos recientes de destacados periodistas empieza a aumentar la preocupación sobre la independencia de la prensa oficial española. Los grandes Holdings mediáticos tiene problemas en mantenerse en pie financieramente. Cada vez más se aprecia una autocensura por el mero temor a perder el empleo y por problemas políticos: el Gobierno al parecer aplicaría el boicot de anuncios publicitarios contra periódicos cuyo contenido no les agrada.

 

Con ello, el periodismo se ha convertido en una de las víctimas de la crisis económica, según Freedom House, una organización independiente en Estados Unidos. La libertad de prensa en España se encuentra en el nivel más bajo desde que Freedom House publica un índice sobre la libertad de prensa. España es en estos momentos comparable a Gana, el Surinam y las Islas Salomón, países que amenazan con cambiar su estatus de una prensa independientes por el de `una prensa parcialmente independiente´.»

Der Spiegel señala las nuevas limitaciones para la prensa y el relevo de tres directores por otros «considerados simpatizantes de Rajoy». La crónica de Helene Zuber asegura: «A principios de abril, el gobierno aprobó nuevas limitaciones para la prensa. Quien intente intimidar o influenciar a los implicados en un proceso, ya sean investigadores, jueces o defensores, tendrá que contar con hasta cuatro años de prisión. La Asociación de la Prensa de Madrid se opuso inmediatamente a que de este modo se le tape la boca a los periodistas. Todo esto cuadra con que en los tres diarios más importantes de España, El País, El Mundo y La Vanguardia, hayan sido intercambiados hace poco los redactores jefe – y que a los nuevos se les considere simpatizantes del Presidente del Gobierno Rajoy.»

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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