La decisión de la Casa Real española de apartar a Iñaki Urdangarín de los actos oficiales es interpretada por los medios internacionales como «una medida ofensiva» para tratar de limpiar la «reputación cada vez más empañada» de la familia real española. También destacan que la Casa Real será más trasparente sobre sus cuentas.

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[Euronwes dice que la Casa Real se ha distanciado]

El Washington Post destaca: «La Casa Real de España se distancia de su hijo político en relación a sus operaciones empresariales. El hijo político del Rey Juan Carlos dejará de tomar parte en las ceremonias oficiales, debido a sus relaciones empresariales que están bajo investigación, dijo el lunes la Casa Real mientras trató de disipar el olor a escándalo. La decisión relativa a Iñaki Urdangarín, marido de la hija del Rey , la Infanta Cristina fue una decisión mutua de Urdangarin y del Palacio Real, según dijo el jefe de la Casa Real Rafael Spottorno, en una inusual reunión con los medios de comunicación españoles.

Se dice que Urdangarin, de 43 años, es sospechoso de desviar fondos de los contratos públicos adjudicados desde 2004 hasta 2006 a una fundación sin ánimo de lucro que dirigió. La alegación es terrible para la familia real en un momento de penuria aguda y de crisis económica en España, donde el desempleo se sitúa en el 21,5 por ciento.

The Guardian recoge: «la familia real española aparta al duque mientras dure la investigación por fraude». El artículo de Giles Tremlett explica: «en una acción sin precedentes para limpiar una reputación cada vez más empañada, la familia real española ha apartado al yerno del rey de los actos oficiales de la corona y ha prometido publicar sus cuentas para que sean de dominio público.

Urdangarín aún no se encuentra oficialmente bajo investigación y no ha sido imputado. Previamente declaró su inocencia y manifestó que está seguro de que limpiará su nombre. No obstante, según los medios de comunicación, los fiscales están convencidos de que el magistrado encargado de la investigación por un delito de fraude en el que están implicados los gobiernos de las Islas Baleares y el de Valencia pronto lo llamarán de manera oficial para que se persone como sospechoso en el caso.»

The Independent en una crónica de Alasdair Fotheringham dice: «El Rey de España ??destierra?? a su yerno por el escándalo en el que está envuelto. El rey ha decidido suspender de los deberes reales a su yerno, tras verse implicado éste en un escándalo de corrupción que amenaza con empañar la imagen de la monarquía del país. Iñaki Urdangarín, un ex olímpico jugador de balonmano que se casó con la hija menor de Don Juan Carlos, la Infanta Cristina, en 1997, se encuentra en el centro de atención en medio de una investigación sobre la malversación de fondos públicos por una fundación sin fines de lucro de la que fue co-presidente. El Sr. Urdangarín afirma que es inocente.»

The Telegraph considera que «El Rey de España congela a su yerno por el escándalo de corrupción. El Palacio Real español aparto al yerno del Rey Juan Carlos de sus actividades oficiales por un escándalo de corrupción que ha provocado una inusual vergüenza a la monarquía. El comportamiento del duque no «no parece ejemplar» y ha acetado de mutuo acuerdo con la Casa Real ser excluido de las actividades oficiales, segun Rafael Spottorno, el jefe de la Casa Real».

El Berliner Zeitung recoge en un artículo que firma Martin Dahms la «crisis real. Después del escándalo de corrupción, la monarquía española promete transparencia financiera. Con este paso ofensivo, la Casa Real da a entender que es consciente de la profundidad de la crisis a la que Urdangarín ha arrojado a la monarquía española. Hoy en día, la Corona tiene que demostrar a diario la legitimidad de su existencia mediante un comportamiento ejemplar. Para la apariencia de la monarquía, hasta ahora bastante impoluta, el caso Urdangarín supone una mancha oscura.

Süddeutsche Zeitung titula ??Orden perentoria de Juan Carlos?. La crónica de Javier Cáceres detalla: «El Rey de España se distancia de su yerno. En un futuro, los gastos de la Casa Real deberán ser visibles para cada ciudadano en internet. Esto equivale a un pequeño terremoto en la Casa Real española: Como reacción a las acusaciones de corrupción contra el yerno del monarca, Iñaki Urdangarín, el Palacio de la Zarzuela se dispone a imponer una mayor transparencia.

Antes de fin de año se hará público de modo relativamente detallado cómo el Rey Juan Carlos gasta los 8,4 millones de euros de gastos de representación que obtiene anualmente de las arcas del Estado. Muchos españoles están indignados, y éste es el motivo de fondo por el cual la Casa Real española responde a las exigencias de más transparencia, planteadas no sólo por los adversarios republicanos de la monarquía.»

Gazeta Wyborcza explica: «Debido a la sospecha de corrupción el yerno del rey desaparece de las celebraciones publicas. La consecuencia del caso de Urdangarin es el anuncio de que la familia real española revelará sus gastos mantenidos hasta ahora en secreto. Este año los principales conceptos del presupuesto de la familia real tienen que ser publicados en su página oficial. Hasta ahora se mantenía en secreto cuanto reciben los distintos miembros de la familia real. Este año la familia ha obtenido de las arcas públicas 8,4 millones de euros para cubrir sus gastos personales, mantener al personal y organizar eventos oficiales.

Según la agencia DPA la familia real española recibe menos dinero que otras monarquías europeas, no obstante, las decisiones sobre la imposición fiscal sobre estos fondos depende del rey y no se somete a ningún tipo de control. Desde 2007, de acuerdo con la decisión del rey, se está llevando a cabo una auditoria interior.»

De Standaard habla en un artículo de Steven Adolf de «La fobia de contagio del Rey. El Duque de Palma, yerno del Rey Juan Carlos, habría transferido miles de euros de fondos públicos a sus cuentas privadas. La Casa Real teme que la población aproveche este caso para exigir el final de la Monarquía. La Familia Real española se encuentra en estado de alerta… Desde hace cuatro años se vienen investigando en Palma de Mallorca un caso de fraude y corrupción que asciende a varios millones de euros en el estaría implicado Urdangarín. Este asunto – en el que un miembro de la Casa Real podría haber apropiado indebidamente sumas con 5 ó más ceros procedentes de fondos públicos ?? sale a la luz precisamente en el momento en que el conjunto del país se ve obligado a apretarse el cinturón.

En el horizonte amenaza una catástrofe aún mayor para la Monarquía española, ya que los españoles no son monárquicos sino Juancarlistas. La popularidad del Rey Juan Carlos (73 años) es irrompible gracias a la destreza con la que el Soberano supo guiar el país hacia la democracia. Hasta el día de hoy, la izquierda como la derecha española siguen agradeciéndole su gestión. Pero el Rey, que visiblemente empieza a tener achaques de salud, tendrá que pasar el testigo en un plazo no demasiado largo a su hijo Felipe.

El heredero no disfruta del mismo crédito entre los ciudadanos. Un error podría ser suficiente para hacer peligrar la Monarquía en su conjunto, advierten algunos. La fobia de contagio en círculos reales resulta muy pronunciada. El Duque de Palma aún no ha sido inculpado. Pero los ciudadanos sacan sus conclusiones. Encuestas en España anuncian una importante disminución de la popularidad de la Casa Real.

ACTUALIZACI?N:

Le Monde habla en una crónica de Sandrine Morel de»Un yerno deshonesto pone en apuros a la familia real española. Tras haber mantenido silencio y pedido el respeto de la presunción de inocencia, la Casa Real finalmente tomó la decisión de apartar a Iñaki Urdangarín, duque de Palma, de los actos oficiales, mientras que el proceso judicial no haya concluido. El mal está hecho. Salpicada, la corona proyectaría reducir el número de sus miembros a la pareja real y a la pareja de los príncipes así como a sus dos hijos, según El País. La información fue rápidamente desmentida, pero deja entrever el pánico que reina en la Zarzuela.

La familia real española no ha podido sustraerse a esta mala prensa en un momento delicado en el que su cota de popularidad está cayendo. Por primera vez, en octubre, según un sondeo del Centro de investigación sociológica (CIS), la nota de la realeza descendió por debajo de la media. Mientras que el país vive una grave crisis económica, con una tasa de desempleo del 21,5%, y que los gobiernos regionales llevan a cabo severas políticas de austeridad, el tren de vida de la Casa Real y, sobre todo, de algunos de sus miembros, deja que desear. La corona, decidida a recuperar su lustre, finalmente aceptó el lunes, publicar antes de finales de año el detalle de la utilización de los 8,5 millones de euros anuales que se le conceden.

Les Echos asegura: «La Familia Real española salpicada por un escándalo». El artículo de Jessica Berthereau recoge: «Tener un yerno enfangado en un asunto de corrupción no es un asunto de Estado? salvo si uno es Rey. Aunque la presunción de inocencia sea la regla, este asunto ha manchado muy rápidamente la reputación de la muy respetada Casa Real obligándola a reaccionar. Para marcar diferencias con Iñaki Urdangarín, la Familia Real ha contestado de dos maneras. Además de hacer desaparecer a Urdangarín de las fotos oficiales, va a plegarse a un esfuerzo de transparencia: el detalle de su presupuesto será publicado en Internet antes de final de año.

Liberation dice: «Este yerno perfecto que hecha el descrédito sobre la familia real española. Por primera vez, la Casa Real española tiene la preocupación de la transparencia: ha prometido hacer públicas sus cuentas para diferenciarse de los escándalos de corrupción que pesan sobre ella. El responsable es el que era hasta ahora presentado como ??el yerno ideal??, Iñaki Urdangarin, un tío guapo de 43 años casado con la Infanta Cristina. Un informe del ministerio de las Finanzas, publicado por el diario Público, no deja lugar a dudas: ??está claro que Iñaki Urdangarin utilizó su estatuto de miembro de la Casa Real para obtener contratos públicos y enriquecerse personalmente??, concluye el periódico. Por ahora el entorno del Rey despeja en fuera de banda, escondiéndose detrás de ??un tema de orden privado?? donde la Monarquía no tendría ninguna responsabilidad. Pero ya se está pensando en un ??plan B??: la Infanta, que ocupa el 7° lugar en el orden de sucesión, podría ser excluida de la Familia Real y perder sus derechos dinásticos

Il Fatto Quotidiano en una crónica de Alessandro Oppes sostiene: «La oveja negra real de España. El yerno de Juan Carlos entre negocios sucios y ??expulsión?? de la corte. La metáfora del embajador Spottorno, jefe de la Casa Real (??Es como tener un hijo tonto: se le puede querer más o menos, pero no deja de ser hijo tuyo?), sorprende por su aspereza, pero es la demostración del bochorno en que se encuentra la monarquía española ante el goteo de noticias sobre el caso Urdangarín, el escándalo financiero que, junto con el yerno del rey Juan Carlos, corre el riesgo de hundir para siempre la Corona española. Sólo un mes después de la aparición en la prensa de las primeras informaciones sobre el supuesto enriquecimiento ilegal del Duque de Palma, La Zarzuela se decide a intervenir decidiendo que, de ahora en adelante, Iñaki Urdangarín queda excluido de todos los actos oficiales de la familia real.

El Duque de Palma se arriesga una condena a 15 años de cárcel. En ese caso, las restantes prudencias de la Corona no podrían menos de ser barridas. El rey trata de remediarlo antes de que sea demasiado tarde: hace dos días ha lanzado la esperada operación transparencia, que en los años pasados había sido solicitada en vano por Izquierda Unida. Quien corre mayores peligros de verse perjudicado es el príncipe Felipe. Más culto y preparado, pero mucho menos carismático que el padre, podría no ver realizarse el sueño de acceder al trono.»

NRC/Handelsblad asegura: «Urdangarín coloca al Rey Juan Carlos en una situación comprometida. El marido de su hija menor, Cristina, es nombrado en un escándalo de corrupción, que la prensa española lo compara con el caso Lockheed en el que se vio implicado el príncipe Bernard, padre de la reina Beatrix de Holanda. Urdagarín habría evadido impuestos por un valor de cientos de miles de euros. El exjugador profesional de balonmano dirige junto a un amigo empresario un instituto que cobraba cantidades desproporcionadas a administraciones regionales por trabajos de representación y organización de conferencias. A través de sociedades limitadas enviaban dinero a cuentas en el extranjero. La justicia podría acusar al duque de Palma.

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