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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

 

No es ningún secreto que Radiocable.com es un medio pequeño y desconocido y por eso hemos tenido que utilizar mecanismos surrealistas para llegar a ciertos personajes.

Con Felipe González tuve que reservar, de incógnito, una mesa en un restaurante junto a la suya. Fuimos toda la familia: mi madre, mis hermanas…Tras la cena le asalté: «Sr. Pte. perdone que le interrumpa, me llamo… blablabla, imposible llegar a usted de otra manera…blabla» . Fue en el año 97 y yo apenas pasaba de los veinte años.
Bueno, la historia ya la he contado alguna vez, aunque nunca conté a González que en realidad el encuentro no fue fortuito. La propietaria del restaurante, amiga, me contó que González había reservado una mesa para cenar con sus exministros y yo pedí la mesa más cercana para aquella noche. Funcionó. Semanas después concedió la entrevista. Fue la primera gran entrevista de radiocable.com en un momento señalado por el silencio político del expresidente.

De esas anécdotas tenemos unas cuantas. Otra de ellas fue la de recurrir a una paloma mensajera para hacerle llegar un mensaje a Zapatero, una de las de verdad, sí. Una paloma que produjo una divertida confusión en La Moncloa que algún dia contaré. Por eso, Pilar -mi compañera de radiocable.com-  y yo siempre bromeamos con que nos hemos especializado en buscar bugs, agujeros en el sistema.

Nuestro último intento fue para con Barack Obama, el Presidente de los EE.UU y ahora que todo indica que hemos fracasado podemos contarlo.

Obama es hoy el dorado de las entrevistas políticas para un periodista español. Una entrevista dificil de conseguir y de impacto global asegurado: perfecta.

Para llegar a él pensamos de todo: desde alquilar una avioneta y dibujar un mensaje en el aire en Washington -legalmente, claro- hasta publicar un anuncio en el Washington Post cuyo coste, incluso, negociamos con una empresa de telecomunicaciones. Ideamos otras cosas, cada cual mas friki porque ¿como atrevesar el mundo sin desplazarse?

Finalmente nos decidimos por hacerle llegar una nota en mano. Preguntamos a todos los conocidos e imaginamos todas las posibilidades. Ignacio, un ejecutivo del Washington Post con el que mantenemos contacto se ofreció a buscar un enlace político que se la entregase y así lo hicimos. Su nombre George Voinovich, exsenador por Ohio. Iba a dejar pronto su cargo y como estaba invitado a una cena presidencial se ofreció a entregar la nota al Presidente Obama.

Redactamos una nota breve, sencilla. Tenia que ser lo suficientemente convincente e ingenua como para que el hombre más poderoso del planeta le dedicara unos segundos. ¿Se puede convencer a alguien con solo cuatro párrafos?

«Nos dicen que es imposible y aunque soy consciente de la dificultad, me gustaría pedirte por favor que accedas a este llamamiento y aceptes mi  invitación.» -decía uno de ellos

Debatimos si debíamos tratarle de usted, o por el contrario a imagen y semejanza del atrevimiento, hacerlo con desparpajo. También explicábamos que tratándose de un modesto blog no podíamos recurrir a los circuitos tradicionales, pero que podíamos hacer que su mensaje llegase a mucha gente utilizando otros caminos y lo argumentamos con el propio viaje de la nota:

«podemos hacer que tu explicación sobre la Sanidad, la esperanza, el medioambiente, y la solidaridad llegue a otros lugares, utilizando otros caminos, de la misma forma que esta nota ha terminado en tus manos…De un domicilio particular en Madrid a las manos del Presidente de los Estados Unidos»

En septiembre de 2009 la nota salió de Madrid. Pocos días después, en medio de la noche, recibimos una llamada: La nota ha sido entregada por Voinovich -nos dijo Ignacio.

A veces este trabajo consiste en lanzar un anzuelo y sentarse a esperar en el muelle silenciosamente. A la vista está que ha pasado el suficiente tiempo como para recoger los aparejos y volverse a casa con la cesta vacía. Quizá la nota nunca llegó a sus manos o quizá, si lo hizo, no era lo suficientemente convincente. Hoy en todo caso es divertido imaginar que a lo mejor un día, radiocable.com estuvo en las manos del hombre más poderoso de la tierra.

((Si se te ocurre alguna idea para llegar a él envíanos un email. Quizá este post no haya terminado. ))

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