«El cabello humano es uno de los pocos recursos naturales que se encuentran en todo el mundo y crece dieciséis veces más rápido que los árboles». Impulsados por este razonamiento, Studio Swine -que ya ha fabricado productos usando basura flotante en el mar o latas de cerveza usadas-, ha decdido apostar por un nuevo material para su última línea de objetos: pelo humano.

Ya han presentado la colección, llamada Hair Highway que incluye jarrones, joyeros o peines. Están hechos a base de una resina fabricada con cabello, la misma con la que el estudio londinense de Azusa Murakami y Alexander Groves experimentó en 2011 para hacer unas gafas.

Según explica Wired, han colocado mechones de pelo en un molde de silicio que se llena con una resina no tóxica, cosechada de forma sostenible a partir de pinos. El resultado son láminas de plástico que parecen ámbar o madera exóticas y que pueden ser cortadas y ensambladas utilizando herramientas y técnicas tradicionales. De momento han usado el material para pequeños objetos con técnicas chinas, pero planean hacer también muebles y experimentar con otros usos.

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