Los juristas observan como aumentan las denuncias contra las páginas que publican, sin autorización, fotografías de ciudadanos anónimos.  Insisten incluso en que «el consentimiento para tomar la fotografía no conlleva que se permita su divulgación». Sin embargo, no han sido pocos los internautas que se han topado sin desearlo con su imagen en Internet:

«En la mayoría de los casos, la persona se descubre en Internet en una fotografía de playa, o en algún vídeo de Youtube. Los que han percibido un «perjuicio moral» con la publicación también podrían pedir un indemnización económica a los responsables de haber subido el material a la red», señala Muñiz Casanova en ELPAIS

Con imágenes tomadas en la playa o en la piscina la interpretación jurídica ya es complicada pero ¿que sucede cuando la víctima autorizó la fotografía sin conocer el contexto en que iba a ser publicada?

En algunas discotecas hay fotógrafos que retratan a los clientes divirtiéndose. Al calor del alcohol, la mayor parte de la gente encuentra incluso divertido ser fotografiado así pero ¿que pasa si después se publica la foto, junto a otras de desnudos y con un texto que dice «las cachondas de la discoteca»?

….»la Constitución Española reconoce los derechos fundamentales al honor, la intimidad y la propia imagen y lo desarrolla en la Ley Orgánica 1/1982, de 5 mayo, de Protección Civil de los citados derechos. Esta legislación otorga a la persona el derecho de impedir a un tercero la captación, reproducción y publicación de su imagen.
[…] El consentimiento no tiene que ser necesariamente escrito, ni a cambio de remuneración (puede por ejemplo deducirse de la simple actitud de posar), pero debería hacerse una interpretación «muy restrictiva» del mismo ya que el consentimiento puede entenderse otorgado para tomar la foto pero no para la divulgación de la misma en una página web….»

Los abogados sostienen que la denuncia no es compleja y que la victima no debe renunciar a su derecho de proteger la imágen personal. Pero es importante, por otro lado, tener una cierta visión histórica de uno mismo pues las fotografías que hoy pueden parecer divertidas, podrían ser enormemente dañinas en el futuro. No obstante, es un hecho que Internet y la era multimedia está dinamitando la intimidad.

«Cicarelli pierde un litigio con Youtube por difundir imágenes de su intimidad», «La cantante puertorriqueña Noelia ofreció hoy disculpas a sus seguidores por un video en el que aparece teniendo relaciones sexuales con un ex novio».

Estos son dos de los últimos titulares que han saltado a la prensa mundial aunque hay muchas otras que no saltan a la prensa. Además, aunque sabemos que la ley nos protege con contundencia de exparejas resentidas,  los titulares no dejan de invadirnos: ¿que esperanza de futuro nos queda entonces? ¿Será necesario renunciar a la intimidad? 

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