El Gobierno italiano ha anunciado que cierra sus puertos para el desembarco de personas rescatadas en el Mediterráneo. En respuesta a esta decisión, Open Arms, Sea Watch, Mediterranea y Médicos Sin Fronteras han mostrado su preocupación en un comunicado conjunto. Consideran que el objetivo de esta medida es «evidentemente detener las actividades de salvamento en el Mediterráneo» sin proporcionar alternativas para salvar vidas a quienes escapan de Libia.

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En un decreto, el Ejecutivo italiano defiende que mientras se mantenga la «emergencia sanitaria nacional», «los puertos italianos no aseguran los requisitos necesarios para la clasificación y la definición de ‘lugar seguro'» para rescates realizados «por barcos de bandera extranjera fuera del área italiana».

Las organizaciones críticas con esta decisión acusan en el comunicado al Ejecutivo italiano de «instrumentalizar la situación de emergencia sanitaria para cerrar sus propios puertos a las personas salvadas en el mar por barcos extranjeros».

Mientras, las organizaciones Sea Eye y ProemAID a bordo del barco Alan Kurdi siguen reclamando puerto seguro para las 150 personas rescatadas el pasado lunes. «Europa no debe olvidarles»- instaba Sea Eye en su cuenta de Twitter.

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