Pablo Iglesias en La Cafetera: “Para volver a ganar tendremos que demostrar que hacemos una política completamente opuesta a la del PP»

El Secretario General de Unidas Podemos y candidato de las elecciones en la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, fue entrevistado en La Cafetera de Radiocable.com, donde defendió que «no se puede estar en una mesa discutiendo con quién banaliza o pone en duda una amenaza de muerte.».

«Después de conversar con el ministro del Interior supe que la amenaza es grave, que no es como las amenazas de muerte que recibo o que recibimos habitualmente»- contó. En opinión de Iglesias se extiende el «consenso de que el fascismo no es compatible con la democracia».

¿Ve posible un  cordón sanitario? 

Cuando nosotros hablamos hace dos años de alerta antifascista recibimos críticas de sectores de la izquierda que no estaban en Unidas Podemos y que no estaban de acuerdo con Unidas Podemos. (…)  Escuchar a sectores de la izquierda más moderada hablar de fascismo revela que teníamos razón. Y no estamos satisfechos por tener razón, estamos satisfechos porque pensamos que el diagnóstico era el correcto y que no nos estamos enfrentando a una opción política más, ultraconservadora, nos estamos enfrentando a una amenaza sobre la que además los europeos tenemos que tener conciencia histórica y memoria histórica.

¿Puede tener esto influencia en las elecciones?
Absolutamente, de hecho han cambiado la pregunta de las elecciones. La pregunta de las elecciones, a día de hoy, es fascismo o democracia.

La derecha le acusa de tener una doble vara de medir. Argumentan que se muestra transigente con la violencia cuando la sufren ellos. ¿Qué les diría?

Creo que forma parte de sus provocaciones habituales. (…) Cuando Santiago Abascal pone un tuit diciendo algo así como ‘llorón del moño’ no es más que una provocación. Buscan permanentemente generar este tipo de escenarios. Hacen lo mismo que hacían los nazis con los judíos, que les presentaban como si fueran ratas. Y hacen exactamente lo mismo conmigo. Cuando, nada más y nada menos que su portavoz dice ‘coletas rata’ lo que hacen es llevar a cabo una deshumanización en la que se abre la posibilidad de que un día te peguen un tiro en la cabeza. Es fascismo de manual. Y que se atrevan a acusar a las fuerzas democráticas de amparar la violencia es una provocación más.

El discurso cala en una parte de la ciudadanía, ¿cómo se consigue volver a los consensos que parece que se están destruyendo?

La clave en esto es que el verdadero poder de la ultraderecha no es el de la ultraderecha política, es el de la ultraderecha mediática. La clave del éxito de la ultraderecha no es lo que dice Vox, es que lo que dice Vox te lo están diciendo por la televisión, por la radio y en muchísimos periódicos, que mienten abiertamente. Ha habido periódicos y televisiones que han estado diciendo durante un año que el gobierno era ilegítimo y acusando al gobierno de asesinatos.

¿Cómo se reconcilia a la sociedad?
Creo que lo fundamental es la pedagogía. Porque la gente cuando ve la realidad la comprende perfectamente, pero es que alguien tiene que decirlo. Lo que yo hice en el plató de la cadena SER tuvo eco porque lo estaban viendo cientos de miles de personas, entonces la gente lo comprende perfectamente, pero es que alguien tiene que hacerlo, es que alguien tiene que callar al fascista en la tertulia, es que alguien cuando se está mintiendo abiertamente en un programa de televisión tiene que decir hasta aquí. Que no se pueden poner las mentiras al mismo nivel que la verdad.

¿Qué mensajes de apoyo ha recibido?
Ni del Partido Popular, ni de Ciudadanos. Solamente de José María Lasalle, pero creo que ya no tiene nada que ver con el Partido Popular actual. He recibido mensajes de apoyo del resto de fuerzas políticas: del PSOE, de fuerzas políticas vascas y catalanas, de muchísima gente y muchísimos periodistas.

Los niveles de participación de la derecha allí donde gana son más altos que los de la izquierda donde gana. ¿Esto por qué ocurre?

Porque ellos van a votar todos. La conciencia política de la derecha, que también es una conciencia política asentada por los medios que tienen para asentarla. Tu imagínate lo que supone toda la red de escuelas privadas y escuelas concertadas con valores conservadores y ultraconservadores, todas sus televisiones, todos sus periódicos inoculando una cultura política en la que hay que votar siempre. Incluso ofreciéndose voluntarios para ir a la residencia de ancianos a llevar a todos los ancianos posibles para votar. Y sin embargo en los ámbitos culturales más progresistas, que son mayoritarios, no existen tantos dispositivos culturales que digan a todo el mundo que es tan importante algo que tiene que ver con proteger lo que la mayoría de la gente necesita: una sanidad pública y una educación pública, poder pagar el alquiler y servicios públicos. Pero creo que vamos a conseguir que la gente en Parla, en Getafe, en Canillejas, en Leganés, en Móstoles, en Alcorcón, en el Corredor del Henares, en muchos pueblos de la sierra, vote al mismo nivel que se vota en Pozuelo de Alarcón o en el barrio de Salamanca o en La Moraleja. Y si eso ocurre vamos a ganar.

Entre los pilares de su programa está la “profundización democrática”

Lo fundamental es impulsar las bases materiales de la democracia, en lo concreto: sanidad y educación. Y además eso implica invertir dinero y hacer la reforma fiscal que hay que hacer para tener ese dinero. La atención primaria es absolutamente fundamental que funcione y por supuesto acabar con las situaciones de precariedad y sueldos excesivamente bajos que tienen los profesionales sanitarios. Y en la educación pública no se puede consentir que haya chicos y chicas que estén estudiando en barracones: hay que bajar la ratio profesor-alumno y hay que invertir de una vez. Y hay cuestiones muy puntuales y muy sencillas pero que tienen un peso material y simbólico muy importante. Hay mucha gente en Madrid que no se puede pagar un tratamiento bucodental o que tiene verdaderas dificultades para comprarse unas gafas que necesita para ver. En la cuarta economía de la zona euro esto es inaceptable y creo que ese tipo de cosas ya era hora de que se hicieran y con nosotros dentro del gobierno esto te aseguro que se va a hacer .

Esta será una legislatura que solo durará dos años. ¿Da tiempo a revertir algo?
Para que nosotros volvamos a ganar las elecciones dentro de dos años, en estos dos tenemos que demostrar que hacemos una política completamente opuesta a la que ha hecho el Partido Popular y que nosotros sí protegemos los servicios públicos y que con nosotros en el gobierno se nota inmediatamente las cosas en la sanidad y la educación . Porque si hacemos lo mismo que la derecha o hacemos pocas cosas, entonces podremos perder perfectamente después de dos años (entrevista a partir del minuto 02:55).

El programa, además, conversó sobre cómo frenar el discurso del odio con el periodista Hibai Arbide desde Grecia. Arbide contó el caso griego, aunque matizó: «Cada país es distinto, y el contexto griego supuso un nivel de crueldad terrible porque fue después del asesinato de Pavlos Fyssas en 2013″. Contó que «los colectivos sociales llevaban mucho tiempo denunciando las conseucencias del fascismo y en especial las actividades criminales de Amanecer Dorado». Y «no fue de un día para otro».

En Grecia, dijo, «los medios tuvieron un papel muy relevante en el ascenso de Amanecer Dorado, en esto sí es familiar con el caso español». Explicó que hacían reportajes en los que sobredimensionaban el fenómeno, cuando solo tenían una concejalía en Atenas, y asumieron su agenda política hablando de la inmigración como si fuera un problema». De manera que, «no solamente hacían reportajes sobre el partido neonazi, sino sobre los problemas que estos señalaban». Luego, señaló que empezaron a llevar a los líderes de Amanecer Dorado, a programas informativos y de entretenimiento, y «humanizaron las figuras neonazis que al principio eran percibidas como extremistas y después como un agente más».

Además, otro de los hechos que provocó el ascenso de Amanecer Dorado, dijo, fue la posición de los partidos, «en especial del centro derecha y en algunos casos del PASOK, que asumieron parte del discurso respecto a la inmigración de Amanecer Dorado», pensando que la manera de combatirles era asumir parte de su discurso, lo que provocó el efecto contrario».

A nivel de Europa, la experiencia de todos los países europeos en los que no ha habido una decisión al respecto «es muy clara». Citó el análisis de Idafe Martín Pérez, corresponsal en Bruselas, «que recordaba que la diferencia entre Flandes y Valonia, es que en Valonia hubo una decisión en todo el espectro político de no hacerle el juego a la extrema derecha, cosa que no ocurrió en Flandes». Y,  el resultado «fue completamente distinto». Arbide señaló que, mientras «en Flandes hay dos fuerzas de extrema derecha que ocupan más del 50% del espectro, en Valonia ha seguido siendo residual». De modo que, «si comparamos lo que ha sucedido en lo países en los que ha habido una decisión mas allá del partidismo de legitimar o no a los partidos de extrema derecha, vemos que en unos sitios ocupan un espacio enorme y en otros, espacios marginales». «Es una lección universal»- apuntó.

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